Garbo - Dietrich - Kelly - Hepburn.. Cuatro mitos del cine.

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Estrellas leyendas del cine dorado. Escenas con intriga y misterios, ilusión y desengaños, amores y traiciones, pasiones y odios. Son algunas de esas grandes estrellas, entre el universo de los mitos del cine. Estrellas del fascinante cine en “Blanco y Negro”. (Clic imagen portada)

domingo, 28 de noviembre de 2021

Catherine Deneuve. "La bella y elegante dama del cine francés"

Se dice que la belleza fría y distante de Catherine Deneuve contrastaba con la fascinación y
atractivo de su misterio. Son algunos primeros planos de "Los paraguas de Cherburgo"

Catherine Deneuve, la "dama del cine francés", la "belleza glacial del cine europeo", fueron dos de sus titulares que definían su elegancia, pero al mismo tiempo su apariencia álgida y glacial con que se mostraba la actriz en público y se ofrecía en el cine. "Una mujer tiene que ser inteligente, tener encanto, sentido del humor, y ser amable. Son las mismas cualidades que necesita un hombre", dijo Catherine Deneuve en alguna de sus entrevistas. Y añadió en otra ocasión: "Ser estrella y mantenerse en ese pedestal es una carga. La gente espera mucho más que verte sólo interesante".

CatherineDeneuve. Actriz francesa, nacida en Paría el de 22 octubre de 1943, hija de actores y hermana de Francoise Dorléac, también actriz, conocida en los 60. Debutó a los 14 años con el nombre de Catherine Dorleac, adoptando luego el apellido Deneuve de su madre y en el que aparecería ya a los 18 años en "Les Parisiennes". En sus inicios representó una actriz de culto para directores como Roman Polanski, o Luis Buñuel, para quien fue su musa en "Belle de jour" y "Tristana", y quien dijo de ella de ella: "Es bella como la muerte, seductora como el pecado y fría como la virtud". Y es que ya se había ganado el reconocimiento por su interpretación de belleza misteriosa y distante en "Repulsíón", de Polanski. Su consagración le llegó con "Los paraguas de Cherburgo", de Jacques Demy. 

Catherine Deneuve en algunos de los planos más fríos e inquietantes de su película en blanco
 y negro "Repulsión" en la que le dirigió Roman Polanski

Catherine Deneuve, con más de 160 películas y de 20 series televisivas que ha interpretado a lo largo de sus 60 años de carrera en el cine, ha sido seguramente la actriz francesa más reconocida del cine europeo y la que ha recibido más premios en los festivales de Cannes, Venecia, Berlín y San Sebastián. Su etapa más brillante fue en los 60, ya que en las décadas de los 70 y los 80 tuvo un declive que parece superó en los comienzos de los 90. Es posible que su "fascinación", demasiado estática y distante de su belleza, no le ayudara mucho en la interpretación de perfiles más versátiles y expresivos. Su extensa filmografía hay que dividirla en tres etapas, entre las que resaltaremos la más brillante, quizá la de su descubrimiento como joven talento que cautivaría a algunos de los maestros de la realización. Esa primera etapa coincide con sus comienzos en los platós y en la década de los 60. Y es en 1960, cuando tenía 18 años, después de algunos cortos papeles que tuvo entre 1957 y 1960, cuando co-protagoniza "Les Parisiennes", una comedia dramática de producción francesa que apenas obtuvo éxito y que tuvo a Johnny Hallyday en el reparto. En 1963 protagoniza ya una película. Se trata de "El vicio y la virtud", un drama ambientado en la II Guerra Mundial que dirige Roger Vadim y que tiene a Annie Girardot como compañera en el reparto. En 1964 se producen 5 filmes que protagoniza Deneuve, también franceses. En uno de ellos, "La caza del hombre", tuvo como compañera de reparto por primera vez a su propia hermana, Francoise Dorleac; una comedia que protagonizó Jean-Paul Belmondo.

Catherine Deneuve en "Las criaturas", en "Las señoritas de Rochefort", con su hermana
Francois Dorleac, y en "Benjamín, diario de una joven inocente", con Michel Piccoli. 

Sin embargo, es el melodrama en clave musical "Los paraguasde Cherburgo", que dirige Jacques Demy, la película que le da el estrellato cuando acababa de cumplir 21 años. Un film muy emotivo cargado de pura magia cinematográfica y que nunca dejará de verse, con Deneuve como la dependienta de una tienda de paraguas más encantadora que se haya visto en el cine. "Es conmovedora sin ser sensiblera, sencilla sin estar trillada y su aspecto es adorable", comenta "Variety". La película obtuvo numerosos premios y reconocimientos, además de que, tanto el film como Catherine fueron muy aplaudidos por el público.

En 1965 protagoniza "Repulsión", una producción inglesa que dirige Roman Polanski, un drama psicológico en clave de thiller de terror que también consiguió varios premios. En la segunda mitad de los 60, de la docena de películas que rodó la actriz como protagonista, la mitad de ellas tuvieron un éxito notable. En el 66 fueron la comedia "Esposa ingenua", con Philippe Noiret, y el drama fantástico "Las criaturas", con Michel Piccoli. En el 67, la comedia romántica musical "Las señoritas de Rochefort", dirigida por Jacques Demy y con su hermana Francoise Dorleac, de nuevo, además de Danielle Darrieux, Gene Kelly, George Chakiris y Michel Piccoli, y "Belle de Jour", un drama sobre prostitución que dirige Luis Buñuel, nuevamente con Piccoli y Francisco Rabal, premiada con el Leon de Oro de Venecia y con el BAFTA. En el 68 sobresalen otras dos producciones: "Benjamín, diario de un joven inocente" y "El amor es un extraño juego", ambas teniendo una vez más a Michel Piccoli en el reparto. Y en el 69 es "La sirena del Mississipi", un romance de intriga que dirige FrancoisTruffaut y tiene a Jean-Paul Belmondo también como protagonista.
Son algunas de las escenas de Catherine Deneuve en "Belle de Jour", un film inquietante
y perturbador en el que Catherine luce su expresión más gélida y misteriosa.

De la segunda etapa de la filmografía de Catherine Deneuve, en 1970, además del romance fantástico musical "Piel de asno" de Jacques Demy, protagoniza la producción española "Tristana"(clic en el título, versión completa del film), una de sus mejores películas, que dirige nuevamente Luis Buñuel y que tiene a Fernando Rey y Franco Nero en el reparto. Dave Kerh, del Chicago Reader dijo: "Buñuel usa imágenes freudianas, un humor escandaloso y un estilo de cámara tranquilo y lírico para crear una de sus obras más  complejas y completas, una película que sigue molestando y cautivando". El crítico Roger Ebert escribió: "Muy pocos directores tienen la capacidad de introducirnos en su mundo de sueños, en sus personalidades y sus sueños y nos fascinan con ellas durante un corto período de tiempo". La actriz tenía en aquel rodaje 26 años. En el resto de los 70, sobresalen "Crónica negra(1972), con Alain Delon, un "cine negro" en color,  "La gran burguesía" (1974), con Fernando Rey, y "Alma perdida(1977), de Dino Risi y con Vittorio Gassman en el reparto; las dos últimas de producción italiana.

A partir de 1981 Catherine Deneuve alterna algunos trabajos notables con otros más mediocres. Destaca "El último metro" (1981), de Francois Truffaut, con Gerard Depardieu en el reparto. El film es un drama sobre el nazismo que fue muy premiado, además de obtener su nominación al Oscar como mejor película de habla no inglesa. Otros títulos que también merecen citarse son "La decisión de las armas" (1981), con Yves Montand Depardieu"El ansia" (1983), "Esperemos que sea mujer" (1986), con Liv Ullmann Philippe Noiret, y "El lugar del crimen" (1986)    

La actriz Catherine Deneuve; arriba en dos escenas del film "El último metro" (1981) y debajo,
en otros dos planos de "Indochina" (1992)

En la tercera etapa de la actriz, comenzados los 90, la carrera de Deneuve viene a recuperarse, pues con su interpretación en la película "Indochina(1992), su nombre vuelve a cobrar prestigio y titulares en la prensa del cine. El film, un drama romántico ambientado en los años 30, dirigido por Régis Wargnier y coprotagonizado por Vicent Pérez, consigue numerosos premios, incluida la nominación al Oscar. La crítica lo definió como una aventura cautivadora y apasionante. "Dramática, pero entrañable, trágica, pero reconfortante; un film bello e impresionante" (Rusty Andecor). En la revista "Variety", Lee Lourdeaux escribe: "Una fascinante historia romántica, además de desgarradora, gracias a la elegante interpretación de Catherine Deneuve; una historia chispeante y con asombrosas localizaciones de Vietnam". "Mi estación preferida" (1993), dirigida por André Téchiné y co-protagonizada por Chiara Mastroianni, la propia hija de Cathrine, es otro drama de firma francesa que también resulta muy premiado por la crítica. La comedia romántica "Las cien y una noches" (1995), con Michel Piccoli y Marcello Mastroianni". Los ladrones" (1996). Y ya en 1999 merecen citarse otros tres de sus trabajos de rodaje: "El tiempo recobrado", "La vida prometida" y "El viento de la noche".

La actriz Deneuve, arriba izquierda en "Tristana", una de sus primeras y más reconocidas
películas. Debajo, "Bailar en la oscuridad" y "8 mujeres". A la derecha, "Un cuento de Navidad"
y "La verdad", del 2019 y uno de sus últimos trabajos. 

De su última etapa, teniendo en cuenta que este mismo año ha rodado una nueva película, "De sont vivant", aún sin estreno comercial, deberíamos mencionar algunos de sus filmes en los que una vez más merecieron su dotes interpretativas. Sin duda, su mejor trabajo entonces, en el 2000 y a sus 57 años, es el film danés "Bailar en la oscuridad" (2000), que dirigió Lars von Trier, considerado como una película de culto, aunque hay que decir que su reconocimiento cayó sobre todo en la actriz y cantante Björk. Otras menciones a destacar serían: "Vuelvo a casa" (2001), con Michel Piccoli, un drama premiado en Cannes. "8 mujeres" (2002), de Francois Ozon, un film que nos recuerda a Agatha Christie, pero a lo cómico y que fue también muy premiado por la crítica. "Reyes y reina" (2004), con Emmanuelle Devos, con premios César, Venecia y la crítica de Nueva York. "Un cuento de Navidad" (2008), de Arnaud Desplechin, otra película premiada por Cannes, con el César y la crítica de Chicago y Nueva York. "La chica del tren" (2009), un drama que dirige André Téchiné. "Dos mujeres" (2017), una comedia dramática sincera y comprometida de Martin Provost y con Catherine Frot en el reparto. "La última locura de Claire Darling" (2018), también con su hija Chiara. "Mala hierba" (2018) y "La verdad", (2019), con Juliette Binoche; un tema sobre "la verdad" de los actrices galas de Hollywood. Todas ellas, de producción francesa.

Catherine Deneuve, a través de algunos de los primeros planos de sus distintos perfiles
interpretativos que personificó a lo largo de su carrera.
Ciertamente, si durante dos décadas, hasta ya comenzados los 90, la carrera de la actriz se eclipsó, casi a mediados de ésta, su talento como intérprete comenzó a ser valorado en cuanto a sus dotes de actriz, ya no sólo admirada por su sugerente físico, que en ese tiempo anterior apenas permitió prestar atención a sus virtudes artísticas. O quizá tardó en adaptarse la carismática distancia y gélida expresión de la artista al cine, tal vez porque la habilidad de los directores no supieron aprovechar esa "genial gelidez" tan exclusiva de la estrella francesa.

"Puede que yo parezca distante, pero quizá sea porque es esa la actitud que quiero que tengan conmigo", dijo Catherine Deneuve, la llamada "dama de hielo", mostrando su sensualidad innata y su hermetismo, una vez más, como un desafío ante las cámaras. La verdad es que hay un capítulo en la vida de la actriz que traumatizó su personalidad y que se manifestó en su imagen ante esas cámaras. Y es que Francoise Dorléac había sido considerada la guapa de la familia, la que tenía auténtico carisma, más que Catherine, y de quien se decía que rompía los corazones de los hombres. Ésta lo sabía y hasta tal punto la respetaba que para no ensombrecerla se cambió su nombre artístico con el apellido materno Deneuve. Pero el trágico accidente que acabó con la vida de Francoise en 1967 no sólo la liberó del complejo que la había marcado como "la segundona", sino que con su pérdida, la desestabilizó emocionalmente y por ello comenzó a mantenerse más distante y hermética cuando rodaba en los platós. ¿Fue un beneficio aquel cambio expresivo en la interpretación y en su carrera? Es lo que nunca sabremos.

Arriba, Catherine con su hermana Francoise Dorléac. En medio y debajo, con su hija
Chiara. A la derecha, con ésta y con su amiga Anouk Aimée.

Sin embargo, es evidente que Luis Buñuel, que aquel mismo año la iba a dirigir, supo aprovechar el trauma de aquel shock emocional que quizá debió alterar la personalidad de la actriz para mostrar en "Belle de jour" la perversión sexual tan creíble que personificó en el papel de una burguesa reprimida y vacía ejerciendo la prostitución, además del lado más oscuro del sado-masoquismo.

Indudablemente, esa personalidad de Catherine Deneuve siempre ha sido muy controvertida, incluso cuando se ha pronunciado en el escabroso y manido tema del "feminismo", quizá para dejar ver su lado más demagogo y manipulador de su intención, en concreto cuando se publicó su manifiesto en "Le Monde" diciendo: "La violación es un crimen. Pero cortejar de forma insistente o torpe no es un crimen, ni la galantería sea una agresión machista". Expresión que el feminismo francés más radical extrapoló de su contexto más razonable. Controvertida, al exhibir esa misma personalidad de provocación sensual tan característica suya, en contraste con el aspecto o apariencia de su imagen fría y distante.

Catherine con Polanski, arriba izquierda, y con Francois Truffaut, a la derecha, dos de sus más
conocidos romances. Debajo, con Jacques Demy, su cómplice y amigo. A la derecha, con Sharif.
Pablo Mascareño escribió en la edición argentina de "La Nación": "Misteriosa, así en la vida como en el cine. Imposible olvidarla en Belle de jour o Tristana. Distante y pasional. Se la llamó "la dama de hielo", pero su vida personal lejos estaba de ser eso. Sensual y sexual, siempre supo qué quiso y como concretarlo. Y refiriéndose a su intensa vida personal, continuaba: "Catherine Deneuve hizo del ejercicio del amor un estilo de vida. No ocultó a sus parejas formales y no tanto, y se reserva para sí algunos nombres que podrían general la comidilla de los "gossip" durante semanas. Se interesó por directores exquisitos y actores consagrados y hasta no se privó de compartir con su hermana, Francoise Dorléac, la pasión por los hombres".

Lo cierto es que de esa vida privada de la actriz, aparte de la estrecha relación que tuvo con su hermana Francoise, a la que al parecer adoraba, y hasta que falleció en 1967 por aquel fatídico accidente de tráfico, terrible suceso para ella y que le cambió su vida y carácter para siempre, sus contactos con los primeros y grandes cineastas precisamente se debieron a que fue la propia Francoise quien le presentó a algunos de ellos, como fueron Polanski, Truffaut y Buñuel, lo que sirvió para que algunos se convirtieran en una parte de su cortejo de amantes.

Catherine Deneuve y Marcello Mastroianni. A la izquierda, con su hija Chiara. A la derecha,
en público y asistiendo a alguna de sus galas.
De esas parejas y relaciones sentimentales que Catherine no quiso ocultar, podemos referirnos a algunas de ellas. La primera que se le conoce, cuando sólo tenía 17 años, fue con Roger Vadim, el director del que ella se enamoró perdidamente y con quien tuvo un romance durante 3 años y también un hijo: Mantuvo luego una relación con Jacques Demy, eso sí, platónica porque éste era gay, de condición sexual. Demy la dirigió entones en "Los paraguas de Cherburgo". Parece que su amistad se prolongó durante ese rodaje e incluso después. Seguidamente se dejó llevar por un apasionado devaneo con Polanski, a quien conoció en 1965 cuando éste la dirigía en "Repulsión". Ese mismo año, cuando la actriz tenía 21 años, se casó con un fotógrafo de moda, a cuya boda asistió como padrino Mick Jagger. Luego, Catherine se divorciaría a los 5 años, reencontrándose antes de nuevo con Polanski y reanudando con él otro flirteo. Y el caso es que un año antes, en 1971, ya mantenía un romance con Marcello Mastroianni, con quien tuvo su hija Chiara. Su relación con el actor italiano duró cuatro años. Ella tenía 32 años cuando ambos se separaron. Desde entonces, Catherine no dejó respiro a su agitada vida amorosa, pues Francois Truffaut, Omar Sharif, Dean Martin, Burt Reynolds y otros muchos fueron amantes por poco o mucho tiempo. Precisamente y de Truffaut, a quien la hermana de Catherine, conoció en el 63 y luego la dirigió en una película, parece que mientras él mantenía una relación con Francoise, en secreto, el realizador luego la iniciaría con Catherine, desvelándose ya un tiempo después lo furtivo de su romance cuando la hermana falleció en el accidente en el 67.

Y entre sus amores más ocultos, Catherine tuvo con Johnny Hallyday una relación sentimental
que comenzó en la adolescencia y duró hasta poco antes del fallecimiento de éste. Arriba
izquierda, los vemos cuando eran más jóvenes; en las siguientes, en los años posteriores.
Y entre los amores más ocultos de Deneuve, cuando en 2017 falleció el cantante Johnny Hallyday, después de publicarse las memorias de éste, se supo que Lady Lucille, su amante y que aparecía en la autobiografía, no era otra que la propia Catherine Deneuve con quien parece que habría tenido una aventura amorosa que podría haberse mantenido durante muchos años aunque de forma no continuada, según dicen las memorias, después de haberse conocido en su adolescencia y sin que la propia Sylvie Vartan, la esposa de Hallyday, lo supiera, ya que de los momentos en que aparecieron fotografiados en público nunca se pensó que, en vez de tener una relación profesional o de amistad, pudieran ser amantes como así finalmente se supo.

Mucho después, ya como parejas más estables de la actriz, o al menos más formales, y a partir de sus 40 años, sabemos que fueron públicas sus relaciones, primero con Hugh Johnson, un escritor experto en vinos y después, con Pierre Lescure, un periodista de cine y televisión, relación que mantuvo hasta el 1991.

Imágenes superiores, Catherine Denueve en algunos de los momentos de sus rodajes.
Debajo, recogiendo el "César" por "Indochina" (1993) y el "Lumiére" (el "Nóbel" del
"Séptimo Arte"), en 2016 y por cierto de manos de Polanski, uno de sus primeros amantes.
Finalmente, es curioso, y lo dejo en este vídeo, casi como una anécdota, cómo se comportó la actriz en una entrevista que le hizo el periodista José María Íñigo en 1973 en su programa de televisión "Estudio abierto" (clic), al mostrar una actitud cálida y cercana, en contraste con su perfil frío y distante, tan característico en el cine, lo que nos revelaría que es su aparente forma de comportarse en los rodajes lo que querría expresar de su sentir. Y muy interesantes algunas de sus respuestas en relación con lo imprescindible de la comunicación abierta con la pareja, los mismos derechos para ambos, que todos tenemos al menos un secreto que guardamos, como ella así lo confesó, y que de sus películas, la que más le gustó y consideraba como la mejor de todas, la de "Los paraguas de Cherburgo". Curioso que todas sus declaraciones las hizo en italiano, idioma que parece domina a la perfección. 

Recordemos, por otra parte, que Catherine Deneuve fue musa del diseñador Saint-Laurent, que renunció a ser estrella de Hollywood, porque -decía- era "demasiado francesa para vivir en Estados Unidos". Sin olvidar que la imagen de Deneuve, la que nos recuerda hoy en día el cine, está considerada como símbolo nacional de Francia. Sabemos que vive actualmente en su casa de París, en la rue Bonaparte, frente a la iglesia de Saint-Sulpice, rodeada de objetos y muebles antiguos, de una gran colección de relojes y de jarrones con flores frescas que ella misma prepara con mucho mimo, especialmente desde que en 2019 sufrió un derrame cerebral que le estuvo a punto de costar la vida y por el que dejó de fumar las tres cajetillas  diarias de tabaco que fumaba desde muy joven.

Son retratos de la actriz Catherine pintados por diferentes artistas del "Vintage"

Y para terminar, pero ya como anécdota personal y en cuanto a mi admiración por la belleza y elegancia, el encanto y hechizo de Catherine Deneuvehe de confesar que ella fue uno de mis amores platónicos, entre las musas del cine y allá en los 60, eso sí, quizá compitiendo con July Christie, cuando a ésta la vi en "Doctor Zhivago". Me enamoré de Catherine cuando por primera vez la vi en "Los paraguas de Cherburgo", me inquietó en "Repulsión", me cautivó en "Las señoritas de Rochefort", me perturbó en "Belle de joury "Tristana" y luego, después de ver otras de sus maravillosas interpretaciones, me fascinó en "Indochina".
    
Ángel González "Rusty Andecor"

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lunes, 30 de agosto de 2021

Lee Remick, "los ojos azules más desgarradores de Hollywood". 2ª parte de "Las últimas actrices convertidas en estrellas con el cine en blanco y negro”


Lee Remick, "los ojos azules más desgarradores de Hollywood"

"Lee Remick, los ojos azules más desgarradores de Hollywood", como así aparecía en algún titular de algunas de las revistas más mediáticas del universo del cine.  También, "La espléndida actriz de hermosos ojos azules". Ella fue una de las actrices más representativas y versátiles del cine hollywoodiense de la década de los 60, aunque también de las más olvidadas en la antología del cine clásico.

Lee Ann RemickActriz estadounidense, nacida en Quincy (Massachusetts) el 14 de diciembre de 1935 y fallecida el 2 de julio de 1991. De niña se Instaló con su madre en Nueva York, después de quedarse solas tras el divorcio de sus padres. De muy joven comenzó a interesarse por la actuación y la danza, iniciándose como bailarina clásica. Al mismo tiempo estudió en el "Actor´s Studio", lo que la llevó a perfeccionar la interpretación. Además, también por entonces empezó a trabajar en el teatro y en la televisión. Luego ya en 1957, cuando sólo contaba con 22 años, conseguiría su primer papel en el cine interviniendo en la película "Un rostro en la multitud", de Elia Kazan, interpretando el año siguiente un papel destacado en "El largo y cálido verano". Y es a los 23 años cuando se convierte en estrella protagonizando "Anatomía en un asesinato". Más tarde, en 1963, su atractiva participación junto a Laurence Harvey en el film "El precio de la muerte", salvaría de la ruina a Carol Reed, que lo dirigió y fue su productor, ya que se estrenaba justo cuando se produjo el asesinato de John F. Kenned, pues por tal motivo se temía su fracaso. La película y la propia Remick se convertirían en leyenda. Lamentablemente la carrera de la actriz fue corta, aunque intensa y prolífica, rodando 24 películas sólo para el cine, y ello por su prematuro fallecimiento a los 55 años, lo que motivó que su leyenda cayera en el olvido. Aunque no consiguió el Oscar, en 1963 obtuvo una digna nominación al premio por "Días de vino y rosas", sin duda su mejor interpretación. Años más tarde, en 1966 triunfaría en Broadway con una obra de teatro que luego interpretó en el cine Audrey Hepburn bajo el título de "Sola en la oscuridad".

Algunos de los primeros planos de Remick en "Anatomía de un asesinato" y "Días de vino
y rosas", filmes que rodó en "blanco y negro"

Lee Remick debutó en 1957 con "Un rostro en la multitud", de la mano de Elia Kazan, un drama ambientado en el mundo de la televisión realizado en formato de blanco y negro. En 1958 participa en "El largo y cálido verano", que protagonizan Paul Newman, Joanne Woodward y Orson Welles. En 1959 protagoniza junto a James Stewart "Anatomía de un asesinato", dirigida por Otto Preminger, un drama judicial rodado en blanco y negro, obra maestra sobre los juicios criminales y uno de los trabajos más impecables de Stewart. A partir de 1960 y hasta 1970 le siguen una docena de películas muy notables. Títulos como "Río salvaje" (1960), de Elia Kazan y con Montgomery Clift en el reparto, un drama sureño por el que se dijo que fue "el mejor y más profundo trabajo de Elia Kazan", a la par que conmovedora la química interpretativa de Remick junto a Clift, sabedora del sufrimiento de éste por sus adicciones y atormentado por sus inseguridades en torno a su homosexualidad. En 1961 rueda "Requiem por una mujer", con Yves Montand. En 1963 es "Chantaje contra una mujer", con Glenn Ford en el reparto, "Días de vino y rosas", co-protagonizada por Jack Lemmon, ambas dirigidas por Blake Edwards, ésta última un intenso drama sobre el alcoholismo, un clásico, obteniendo un Oscar, cuatro nominaciones y otras tantas para el Globo de Oro y el BAFTA. En 1963 protagoniza "Camas separadas", de Arthur Hiller y con James Garner "El precio de la muerte", dirigida por Carol Reed y protagonizada también por Laurence Harvey y Alan Bates, el film que se estrenó la misma semana del asesinato del presidente Kennedy y cuya precaria recaudación al principio estuvo a punto de arruinar a los productores. 

Lee compartiendo fotograma con Jack Lemmon y Gregory Peck, su grandes amigos hasta su final,
quienes la lloraron en su funeral. Arriba con Lemmon y Bake Eduards en el descanso de un rodaje
de la película "Días de vino y rosas".

En la segunda mitad de los 60, aparte de la película "La batalla de las colinas del whisky" (1962), con Burt Lancaster, destaca en el film "El detective" (1968), de Gordon Douglas y con Frank Sinatra en el reparto, un drama policíaco. Luego rueda "Casta invencible" (1970), dirigida y protagonizada por Paul Newman, quizá su último trabajo notable. Se produce entonces un declive del que sólo le salva la película "La profecía(1976) con Gregory Peck en el reparto, una intriga de terror sobre el fin del mundo, que sirvió para estrechar más su amistad durante el rodaje y que ya tenía con él. Si acaso, otro título interesante fue "Alarma Catástrofe", con Richard Burton. Además de sus apariciones en algunos telefilmes y serie televisivas. mereciendo citar las miniseries "Ike" (1979) y "La reina de las nieves" (1985). Realmente no fue un declive de su carrera, sino un intento de evadir la prolongación de un estrellato que no deseaba y por lo que tal vez quiso refugiarse en el anonimato de los filmes televisivos y series intrascendentes. El recuerdo del inicio de su carrera meteórica le asustaba cuando pensaba en el ocaso que le esperaría. Y es que, sólo en cinco años, desde 1959 a 1963, había sido dirigida por cinco de los mejores directores de Hollywood de la época: Otto Preminger, Elia Kazan, Tony Richardson, Blake Edwards y Carol Reed.

En cuanto a su vida privada, Lee Remick a los 22 años se casó con un productor del que se divorciaría después de 11 años, volviendo a casarse a los 35 hasta su fallecimiento y cuando ella sólo tenía 55 años. Por lo demás, no se le conoce ningún romance, ni devaneo sentimental, fuera de las relaciones con sus dos maridos. Sin embargo sabemos que tuvo tres grandes amigos a lo largo de su carrera y que la acompañaron hasta el final, incluso que estuvieron en su funeral y hasta la incineración de sus restos. Ellos fueron Elizabeth Taylor, Jack Lemmon y Gregory Peck.

Tres clásicos primeros planos de la actriz en diferentes perfiles interpretativos y bajo el formato
en "blanco y negro"
De la prestigiosa revista estadounidense "The Hoolywood Reporter", de Los Ángeles, extraigo algunas de las anécdotas de la actriz americana. La primera se refiere a cómo la negativa de Lana Turner, a quien Otto Preminger había elegido para protagonizar "Anatomía de un asesinato", a causa de un altercado entre la estrella y el director, provocó que ella abandonara la película y éste seleccionara a Lee Remick para sustituirla. Más tarde, el propio cineasta reconocería que el incidente para contratar a Remick fue un logro y sirvió para conseguir un mejor perfil interpretativo en el personaje de "Laura", además del fulgurante lanzamiento al estrellato de la actriz. Kip Gowans, segundo marido de la actriz, declaraba en este mismo medio de Los Ángeles y según el artículo que escribía Mike Barnes en marzo de 2011, refiriéndose a Lee Remick, otras de 
las anécdotas que se producían en el mundo del reparto de papeles para el rodaje de un film. Pues lo cierto es que se produjo un encuentro entre Vincente Minnelli y Lee Remick, quien se hallaba en compañía de su amiga Liz Taylor en un restaurante de Hollywood. El director estaba ultimando el reparto de "Castillos en la arena" y tenía ya contratada a Taylor, además de a Richard Burton, pero le faltaba una actriz protagonista para otro de los personajes del film, por lo que pensó que Remick daba justo el perfil para el papel. El problema fue que ésta ya estaba contratada para la película "La batalla de las colinas del whisky" y finalmente MInelli se puso de acuerdo con Eva Marie Saint para ese papel. Las dos producciones se estrenaron ese mismo año de 1965. El realizador les había dicho, cuando estuvo con las dos estrellas: "Podríamos conseguir secuencias brillantes si consiguiéramos hacer coincidir en escena a las dos, mostrando los ojos violeta y los ojos azules más hermosos de Hollywood", refiriéndose a los de Liz y Lee.

De su rostro armonioso, su belleza discreta, pero sugerente y fascinante, se inspiraron los artistas
del pincel y consiguieron plasmar sus rasgos más identificativos. (John Springsfield, Paul Quarry)

Y recordando aquella célebre frase de "Días de vino y rosas": "Recoged las rosas mientras podáis, largos son los días de vino y rosas, de un nebuloso sueño, surge nuestro sendero. Y se pierde en otro sueño", Lee Remick declararía en una entrevista: "Cosechad amigos mientras podáis y guardad los mejores, porque vendrán malos tiempos y siempre vamos a necesitar la comprensión y el apoyo del buen amigo". Y decía: "El calor y el afecto que pueda dar el marido en un matrimonio no lo es todo", añadiendo: "...la magia del entendimiento del alma se produce en una buena amistad". Ella se refería a sus amigos Gregory Peck y Jack Lemmon, y a su cómplice Elizabeth Taylor.

De la publicación "Divas del cine", extraigo un artículo de julio de 2011 que hace referencia a la actriz estadounidense así: "Lee Remick fue una mujer bellísima; quizá su belleza no fue lo bastante "explosiva" como para convertirla en un "sex-symbol", cuestión que por otra parte nunca quiso como una de sus pretensiones. Su rostro armonioso, y su cuerpo cimbreante y esbelto, le aportaron un estilo que cautivó al público. En ella predominó ante todo la naturalidad, mostrándose tal y como era; hermosa, pero sencilla. Amaba la interpretación por encima de todo, y con el paso de los años se convirtió en una figura muy importante para el cine. Al contrario de otras estrellas, nunca se dejó influenciar por el mundo material y ficticio de Hollywood, negándose incluso a formar parte del sistema de estrellas que por entonces se hizo tan popular en la Meca del cine -algo similar a lo que también hizo Julie Christie, como vimos en el anterior artículo-. Fue una mujer discreta, muy familiar y sumamente profesional, con una categoría y una clase poco común y que hizo que fuera respetada y valorada, tanto artísticamente como por su perfil humano".

Ángel González "Rusty Andecor"