Garbo - Dietrich - Kelly - Hepburn.. Cuatro mitos del cine.

Garbo - Dietrich - Kelly - Hepburn.. Cuatro mitos del cine.
Estrellas leyendas del cine dorado. Escenas con intriga y misterios, ilusión y desengaños, amores y traiciones, pasiones y odios. Son algunas de esas grandes estrellas, entre el universo de los mitos del cine. Estrellas del fascinante cine en “Blanco y Negro”. (Clic imagen portada)

domingo, 28 de octubre de 2018

Ava Gardner. "El animal más bello del mundo". Fue "La devora-hombres"

Belleza, elegancia y glamour. Tres talismanes que
poseía la estrella Ava Gardner.
"Aprendí de la vida que hay que perseverar"
  
"En el fondo soy bastante superficial, pero lo que importa es tener la valentía de reconocerlo"
  
"La vida no ha sido buena conmigo. Me ha dado fama, riqueza y todo lo que se quiera, pero por lo demás me lo ha negado todo. La mujer que había y hay en Ava Gardner siempre ha sido maltratada y ha sufrido decepciones. A pesar de todo soy una mujer se esfuerza en vivir y amar a vida  "
  
"Supongo que mi inseguridad se explica por mi tremenda timidez. Soy una persona totalmente tímida en todos los sentios" 
  
"No valgo una mierda actuando. Eso sí, nunca dejé de confiar en el director, en cuerpo y alma, para conseguir quedar bien en una escena".
  
"Cuando pierdo la calma, cariñó, no hay lugar donde puedas encontrarla"
  
"El cine no me ha tratado muy bien que digamos. Por lo tanto no me siento obligada a reconocerle nada. Si acaso el aspecto económico que es lo único que me interesa".
  
Un derroche de sensualidad y voluptuosidad emanaba a menudo
del rostro y del cuerpo de la espléndida Ava Gardner.
"Ser estrella de cine es muy aburrido. Lo hago por el dinero. Después de todos estos años sigo sin tener ni idea de qué es el cine. Nunca he sido una buena actriz, pero no sé escribir ni pintar, ni hacer ninguna otra cosa".
  
"Llega un momento en que te enfrentas al hecho de que te has convertido en un viejo putón. Lo curioso es que te das cuenta que es lo mejor que puedes hacer para no caer en la desesperación de la soledad".
  
"La fama y el dinero no dan la felicidad, y no significan nada si no tienes un hogar feliz".
  
"La idea de la muerte ha sido una constante en mi vida. No por miedo sino por temor amorir sola".
  
"Admiro a Greta Garbo. Cuando empezó su crepúsculo tuvo el valor de huir de él y retirarse con dignidad"
  
"En cierto modo llegué a odiar mi belleza muy a menudo. Ahora que el tiempo se la ha llevado me proporciona casi un alivio. No me importa envejecer, pero me asusta ser olvidada y volver al anonimato"
  
"No me gusta en absoluto todo lo que se ha escrito de mi, por la sencilla razón de que no es cierto. Nunca tuve intención de desmentir las falsedades sobre mi, ya que con eso lo único que haría sería perder un tiempo maravilloso que necesito para mi misma".
  
(Ava Gardner
  
Ava Gardner, a los 15 años, empezaba sus estudios de secretariado
Ava Gardner. Nacida en Estados Unicos, en Carolina del Norte, el 24 de diciembre de 1922, de nombre original Ava Lavinia Gardner y fallecida el 25 de enero de 1990 a los 67 años de edad, a causa de una neumonía. Hija de una familia muy pobre, de origen irlandés, cultivadores de tabaco y algodón. A los 16 años consiguió matricularse de secretariado en Atlantic City. A los 18, su exuberante belleza no pasó desapercibida por los caza-talentos que la vieron y ya la invitaron para convencerla a que acudiera a sus estudios. Ava visitó entonces a su hermana, que vivía en Nueva York, y su cuñado que era fotógrafo le hizo una serie de fotos que luego expuso en su estudio en la Quinta Avenida. Una de esas fotos causó impresión en Barnard Duhan, un ejecutivo de la MGM. Éste llevó las fotos a la productora y quedaron encantados con su fotogenia y su deslumbrante belleza. No fue difícil convencer a su familia para que iniciara sus estudios de arte dramático. A los 20 años ya intervino como figurante y secundaria en películas de bajo presupuesto. El film "La casa encantada" fue el primero que a sus 20 años la dio a conocer en los ambientes del mundo del cine, mediocre realización, por cierto. Le siguieron otros trabajos en que tampoco destacó. En "Señal de parada" (1946), una película de "cine negro" consigue ya un papel de protagonista. Ese mismo año, en "Forajidos" (clip film completo), otro thriller de cine negro que dirige Robert Siodmak y coprotagoniza Burt Lancaster, la Gardner consigue por fin el estrellato. La película, obra maestra del género y de Siodmak, es una adaptación de un relato de Hemingway, escritor al que la actriz admiraría durante toda su vida.  (Clic sobre el nombre y los títulos de filmes sobrescritos en azul tenue para enlazar con los documentos en vídeo).
  
Ava Gardner tenía entonces 18 años. Fue la foto que
desde el escaparate del estudio de su cuñado, en la
5ª Avenida de Nueva York, llamó la atención a un
directivo de la MGM y por la que ésta la contrató.
En realidad, la película "Forajidos" no solo fue un descubrimiento para Ava Gardner, sino para el propio Burt Lancaster, su pareja en el film, que entonce comenzaba su carrera. Y ello supuso que ésta fuera un hito en la filmografía de Hollywood. Gardner continuaría su suerte en el resto de los 40 y en las décadas de los 50 y los 60 con reconocidos trabajos que protagonizó. En los 70 comenzó su decadencia, quizá a causa de su turbulenta vida, quizá debido a su merma en sus dotes interpretativas. Su última destacada actuación fue la que protagonizó en "La noche de la iguana", que dirigió John Huston, con la que consiguió el premio BAFTA, el Globo de Oro y el del Festival de San Sebastián, además de ser nominada para el Oscar. Después, llegó el ocaso y ninguna de sus películas consiguió un reconocimiento como el de sus trabajos anteriores.
    
Ava Gardner fue uno de los iconos del cine de los años 50. En aquellos años fue considerada como la mujer más bella del siglo XX. Frank Sinatra la llamó "el animal más bello del mundo". Más allá de ser una gran actriz, Gardner fue más famosa por su azarosa vida, sus aventuras sentimentales, los excesos en su modo de vivir, historias que llenaban las páginas de las revistas. En el 54, cuando rodó "La condesa descalza", se enamoró de España, país en donde se hicieron algunos de sus rodajes. Desde entonces y hasta finales de los 60, Ava residió en Madrid largas temporadas. A partir de entonces, fijó su residencia en Londres, hasta que allí falleció. Se casó tres veces; la primera con Mickey Rooney, cuando sólo tenía 19 años, la segunda con Artie Shaw, el clarinetista de "Begin the Beguine", a los 22. Ambos matrimonios duraron 1 año cada uno. En 1951, a los 29 años, se casó con Frank Sinatra. La relación, una experiencia tormentosa, pasional, escandalosa, duró 6 años. Sinatra dijo de ella: "No podíamos seguir por los dos estábamos locos".
   
Fotograma extraído de una escena de "Forajidos". Ava Gardner
Ava tenía entonces 23 años. Increíble el glamuroso blanco y
negro de la fotografía.
Ava Gardener fue una de las estrellas más emblemáticas del dorado cine de Hollywood.  "Un clásico" del Séptimo arte. Puede que no fuera una intérprete con el talento de otras de sus contemporánease. De ahí que Louis Mayer, presidente de la MGM, después de pagarle en sus inicios 50 dólares semanales, dijese: "No sabe actuar, no sabe hablar, pero tiene un magnetismo increíble". Y es que, quizá su genialidad estaba en cómo llenaba la pantalla con su glamour y su belleza, quizá era la sugerencia y sensualidad del instante de su silencio antes de intervenir en alguno de sus diálogos. Particularmente, sin que me sienta afectado por su divismo, puesto que nunca fue una de mis estrellas preferidas, si no hubiera existido Ava Gardner, hubiéramos notado la falta de un perfil estelar como el suyo.
   De su filmografía no hay que destacar una gran antología de películas. No llegan a 30 sus títulos cinematográficos. Sin embargo, entre sus trabajos hay media docena de filmes que son dignos de destacar, no sólo porque fueran más conocidos sino por su relevante actuación. Ya nos referimos a su primera película como protagonista rodada en 1946 titulada "Señal de parada", un thriller de "cine negro" sin repartos estelares y con un director poco conocido. Sin embargo, la aparición de Gardner llamó la atención a la Universal Pictures que consiguió un contrato con ella para rodar aquel mismo año "Forajidos", su primer gran trabajo de interpretación, además de acreditar su primer titular como "la bellísima Ava Gardner". Como ya dijimos, dirigió la trama criminal Robert Siodmak y tuvo a Burt Lancaster y Edmond O´Brien como coprotagonistas. Un excelente trabajo en "blanco y negro" que ya había consagrado a Siodmak como uno de los maestros del "cine negro" en la década de los 40.
   
Ava Gardner ofrece en esta composición 4 imágenes de diferentes escenas de sus filmes de los 40 y en las
que nos muestra una belleza más serena, quizá menos sensual que la que exhibió después en los 50.
De las dos películas que Ava rodó en 1947, destacó "Mercaderes de ilusiones", dirigida por Jack Conway y protagonizada por Clark Gable y Deborah Kerr, aunque en el reparto la Gardner figuraba como secundaria. En el 1948 solo rueda "Venus era mujer", una comedia romántica que dirige William Seite y protagoniza Robert Walker. En el 49 la MGM recupera el contrato que había tenido con ella y factura 3 excelentes filmes. "Soborno", un thriller de "cine negro" que dirige Robert Z. Leonard y que tuvo a Robert Taylor y a Charles Laughton en el reparto. "Mundos opuestos", un drama romántico que dirige Melvyn LeRoy y tiene también como protagonistas a Barbara Stanwyck y James Mason. "El gran pecador", un drama que dirige nuevamente Robert Siodmak y protagoniza Gregory Peck. En 1951, después de tomarse un descanso en el 50, vuelve a rodar otras 3 películas. "Odio y orgullo", de Robert Stevenson, con Robert Mitchum y Melvyn Douglas en el reparto, el musical "Magnolia", que dirige George Sidney y protagoniza con Kethryn Grayson, y un drama romántico titulado "Pandora y el holandés errante", de Albert Lewin y con James Mason, de reparto, ambos filmes facturados de nuevo por la Metro. En 1952, un western y una de aventuras. "Estrella del destino", de Vincent Sherman y Clark Gable de compañero de reparto. "Las nieves del Kilimanjaro(clip film completo), una adaptación de Ernst Hemingway con referencias a la Guerra Civil Española dirigida por Henry King, con Gregory Peck y Susan Hayward en el reparto.
  
imágenes de dos escenas de "La condesa descalza", una de sus películas más emblemáticas, no solo por
la madurez de su belleza, acorde ya con sus dotes interpretativas, sino por revelar aquí la sugerencia de
personalidad, identificada con la vida de Ritas Hayworth, según unos; con la suya propia, según otros.
El año siguiente, en 1953 parece no dar a basto; rueda 4 filmes, aunque de ellos solo merecen destacar dos producciones. Una, es el musical "Melodías de Broadway", dirigida por Vincente Minnelli y coprotagonizada por Fred Astaire y Cyd Charisse, un musical que contaba con el éxito del género entonces. La otra es "Mogambo", un clásico del cine de aventuras que dirige John Ford y que tiene a Clark Gable y Grace Kelly en el reparto protagonista. película en la que Gardner consigue no sólo el premio de la Crítica de Nueva York sino la nominación al Oscar como mejor actriz. El 1954 es un año en que solo hace una película, quizá en la que consigue su mejor caracterización, la que revela una personalidad que bien podría identificarla. Se trata de "La condesa descalza", que dirigió Joseph L. Mankiewicz y tiene también como protagonistas a Humphrey Bogart y Edmond O´Brien. Lo cierto es que Ava Gardner, que resulta aún aquí arrebatadora, se inspira en un papel inspirado en la vida de Rita Hayworth. 
  
Son distintas imágenes que registran otros momentos escénicos de la carrera de Ava Gardner, la mayoría
pertenecientes a su primera etapa y en la que podemos contemplar su increíble y arrebatadora belleza.
En una de ellas, de muy joven, la vemos con una de sus mascotas. Ava siempre estuvo rodeada de ellas.
Hasta el 58 no hace más que 3 películas que resultan ser trabajos un tanto mediocres. Son los años en que debido a sus largas estancias en España para no hacer otra cosa que entregarse a la frivolidad de sus incontables amoríos. Aún así, en 1959 hace un excelente film que dirige Stanley Kramer, con un buen reparto que encabeza Gregory Peck. Se trata de "La hora final", un drama sobre catástrofes que tiene muy buen reconocimiento de la crítica. A partir de la década de los 60 se produce una progresiva decadencia de la actriz. Hasta principios de los 80, en que solo hace ya televisión, son contadas las películas que rueda, al menos las de notable calidad. "55 días en Pekin" (1963), es una gran superpreducción de Bronston Productions, que dirige Nicholas Ray y que cuenta con un reparto de lujo, destacando Charlton Heston y David Niven, entre otros. Un clásico del cin e de aventuras. En 1964 la actriz protagoniza dos notables filmes. "Siete días de mayo", un thriller político que dirige John Frankeheimer y que tiene en la cabecera de reparto nada menos que a Kirk Douglas y Burt Lancaster. Una película que cuenta con varios premios, además del reconocimiento de Edmond O´Brien, de nuevo, en un papel secundario. A partir de entonces, la carrera de Gardner entra en un declive, ya sin retorno y solo vuelve al rodaje para hacer algún que otro trabajo que no pasa de irrelevante. Y ello, salvo una aparición estelar en "Terremoto" en 1974. La conocida película de catástrofes que dirige Mark Robson y coprotagoniza Charlton Heston y George Kennedy, con la que se estrenó en las pantallas el sonido Sensurround y por cuyos efectos consiguió dos Oscar.
  
A la izquierda, Ava en sus matrimonios con Mickey Rooney y Artie Shaw. A la derecha, con Frak Sinatra
en distintos momentos en que estuvieron casados. La tercera foto, en el Pasapoga, en Madrid.
Volviendo a sus inicios, cuando sólo era la hija de una familia de granjeros y remontándonos al día que aquel caza-talentos de la MGM vio su foto en un escaparate del estudio de su cuñado y se encontró después con ella, con aquellos inmensos ojos verdes y aspecto de fierecilla de indómito carácter, rudos modales y una ordinaria forma de hablar con solo 18 años, desde entonces y hasta que logró su brillante interpretación en "Forajidos", por la que fue nominada al Oscar a sus 23 años, Ava Gardner pasaría una etapa en la que tuvo que luchar contra su inseguridad, timidez y su baja autoestima. Fue un desafío para llegar a ser la gran estrella hollywoodiense, y desgraciadamente fue su "complicidad" con el alcohol lo que, de alguna forma, la ayudó.
    
Por otra parte, dejando a un lado su carrera cinematográfica, en cuanto a su turbulenta y escandalosa vida, la que protagonizara tantos romances con actores o estrellas de la música, o la de su colección de aventuras con otros menos conocidos, se ha dicho mucho de ella, se siguen publicando toda clase de artículos y, lo que es más, es posible que se haya inventado o exagerado muchos de sus excesos y devaneos. De momento, no tenemos intención de hacer una lista de esos amantes que se le atribuyen, ni de los galanes que la entretuvieron. Sin embargo, aparte de sus prematuros matrimonios con Mickey Rooney y Artie Shaw, nos referiremos de nuevo a Frank Sinatra, que había sido amante de su amiga Lana Turner y con quien se casó siendo éste su tercer marido. Sinatra parece que fuera el hombre de su vida o, al menos, el que le diera una relación más feliz y duradera. Aunque también, cierto es que hubo mucho de mito en todo lo que se ha referido siempre a la legendaria historia de amor y odio entre Gardner y Sinatra.
  
Ava en 1951, 28 años y en Tossa de Mar, cuando iba a rodar "Pandora" y conoció allí a Mario Cabré.
Aparece en ambas fotos Sinatra y un productor de la Metro.
El hecho es que, además del nombre de algunos de los actores con los que tuviera una relación sentimental, algunas fingidas por razones comerciales, otras malentendidas como la amistad que tuvo con Clark Gable, de quien se dice que estuvo enamorada platónicamente cuando era una adolescente, a Ava Gardner se le atribuyen amores tormentosos, como el que tuvo con el multimillonario, productor y director de cine Howard Hugues, de quien se contó que en una discusión que tuvieron, cuando éste le propinó un puñetazo, ella le lanzó un cenicero de ónice con el que casi lo mata. La aventura de unos tres meses con Robert Taylor cuando estuvo casado con Barbara Stanwick. O la que le relacionó con George C. Scott, durante el rodaje de "La Biblia", quien rechazado por ella, la estuvo persiguiendo durante años.
  
Son sus aventuras en España las que realmente se hicieron famosas. Y fue  en 1951 durante el rodaje de "Pandora y el holandés errante" en Tossa de Mar (Girona), cuando Gardner tenía 28 años y conoció al torero Mario Cabré. Con él tuvo un romance más que apasionado, aunque se dijo que era la productora la que la obligó  para que mantuviera la relación y diera publicidad a la película. Se hizo famoso en los medios de entonces su escándalo en público diciendo Ava de él: "Es el tío más guapo que nunca he conocido, pero tuve que emborracharme para llevármelo a la cama". Y añadió: "Fue el polvo de una noche".
  
En los 50, Ava no se resiste a vivir "la noche madrileña". Dominguín fue su romance más sonado, el que
más le duró. La vemos con él en las fotos. Arriba izquierda, en una sala de fiesta de madrileña y en
la que aparece también Lucía Bosé.
En 1953 Ava Gardner ya residía en España, a donde había venido para recuperarse de un aborto que había tenido el Londres. Tenía entonces 30 años y conoció entonces en Madrid a Luis Miguel Dominguín. Aunque según Andrés Amorós, biógrafo de éste, fue en la Feria de Sevilla en donde se vieron por primera vez. Amorós cuenta que durante una estancia en Roma en 1954, alojados en un hotel, Ava quiso salir a "vivir la noche romana". Dominguín estaba cansado y se negó a acompañarla. Entonces ella intentó escaparse por un balcón de la habitación, con tan mala suerte que le quedó una pierna enganchada en la barandilla y tuvieron que rescatarla los bomberos. Amores cuenta en su libro que la Gardner solía acudir a la Ventas para ver a su ídolo vestido con el traje de luces y una de las tarde, una de las que se "achispó" con el "Chinchón" seco, quiso bajar al ruedo para dar un beso al torero. Fue todo un espectáculo, porque además el público de la plaza la vitoreó y aclamó. Otra de las anécdota que relata es la del día que ambos fueron invitados a la inauguración del hotel "Castellana Hiton". Al parecer, tuvieron una noche de sexo "movidita". Gardner salió a la mañana siguiente de la habitación casi desnuda. Él le pregunto: "¿A donde vas...?". Ella le contestó: "A contarlo todo". El romance, que duró unos dos años, se acabó cuando él la pidió en matrimonio. Ella se negó, porque tampoco quería divorciarse de Sinatra, y de este modo, la relación se terminó. Aún así, los dos siguieron siendo amigos durante el resto de los años que ella residió en España o en que volvió en alguna otra temporada.
  
Le gustaba sentirse española y vivía sus noches en el desenfreno
Y es que, sobre todo, Ava Gardner sintió una atracción tal por España y le cautivó de tal forma, que en 1955 fijó su residencia en Madrid, no sólo para divertirse de las noches madrileñas, sino para conocer el país, aprender el idioma y sentirse española. Primero vivió en el barrio de La Moraleja y luego se trasladó a la calle Doctor Arce, 11. En el primero, sus fiestas en el Palacete La Bruja ya le granjearon fama de "devoradora de hombres", pues se decía que "arrastraba hasta su alcoba a quien le gustaba para devorarlo, fuera el botones del hotel o cualquier "hombretón" que se encontrara junto a la barra de uno de los locales nocturnos que frecuentaba". Después, sus divertidas cenas en la terraza "Wanba", en la Plaza de Oriente, la terraza "Riscal", continuando con sus correrías por los tablaos flamencos, tales como "El Corral de la Morería", el "Manolo, Manzanilla" y terminando en una "noche local", como la de su llegada al "Hilton" pidiéndole "guerra" al ascensorista del hotel para llevárselo finalmente a la habitación y hacer con él "sabe dios qué", contaba Enrique Herreros, de ABC. Y es que no había quien se resistiera. Decían de ella: "Ojos verdes esmeralda, pómulos prominentes, boca ancha y sensual; cuerpo fino y fuerte, que se movía con la insolencia de una gata y la gracia de una bailarina". Como para resistirse.
  
Sinatra y Ava en el "Pasapoga". Nadie como su camarero Antolino
podía prepararles el mejor Martini.
Muy conocida aquella frase suya: "Me encanta España porque se parece a mi. Es violenta, rural, caprichosa". Desde luego que las noticias de sus correrías nocturnas, las de sus furtivos amantes y su desenfreno, llegaban hasta Frank Sinatra, quien seguía siendo su marido; pero la vida de éste tampoco era ejemplar. Algunos años antes le había amenazado cuando se enteró de su primera conquista: "Si vuelvo a oír hablar de algún lío con uno de esos tipos... ¡os mataré! Él se había referido a su romance con Mario Cabré, cuya amenaza terminó con su famosa bofetada a la actriz en Tossa de Mar.
  
En cuanto a Sinatra, de él se divorciaría en 1957. Era una relación insoportable, aunque todo el mundo decía que se adoraban. Se peleaban, se insultaban con obscenidades, se tiraban los jarrones y porcelanas, pero ambos estaban dispuestos a hacer lo que fuera el uno por el otro. Y es que mediante las influencias que utilizó Ava en la Columbia, Frank consiguió el papel en "De aquí a la eternidad", por el que ganó el Oscar y se relanzó su carrera. Luego, cuando el matrimonio se rompió, ella no pudo evitar decir de él, sarcásticamente: "siempre supe que Frankie acabaría en la cama con un jovencito", refiriéndose a su boda con Mia Farrow cuando se enteró. Y ello, por el aspecto de chico que ésta tenia.
  
Ahí la vemos con su amigo "Chicole". Nadie sabe cómo se las
arreglaba para que ningún fotógrafo la sacara en medio de
una de sus jaranas, jozosa con su copa en la mano. Ahí la
vemos tan formalita que nadie diría que ha "roto un plato"
De las anécdotas de la disoluta estrella en Madrid por aquella década de los 50, de sus jaranas y desenfreno, me cuenta mi amigo Vicente Porras que vivió una gran parte de su vida en la capital, que por su trabajo y relación con el antiguo sindicato del espectáculo, conoció a uno de los que había sido camareros del Pasapoga, una legendaria sala de fiestas de la Gran Vía, y que Antolino su padre, había sido también camarero del famoso "templo del vicio" en aquello años. El caso es que Antolino solía ser quien atendía a la Gardner. Era la época en que ya había roto con Dominguín y se presentaba con alguno de sus furtivos galanes. Cuando llegaba, les decía que se fueran y "se enrrollaba" con otro de los "guapos" clientes que frecuentaba la sala de fiestas. Antolino solía ser, no sólo quien le buscaba alguno de sus más "lujosos" ligues, sino quien tenía que consolarla durante el arrebato de sus borracheras. Él la llamaba "Lola", pues cuando iba con Sinatra la llamaba señora Gardner y ya después le pidió, muy castizamente: "No me llames Gardner, llámame Lola, como mi amiga Lola Flores". En cuanto ella, a él le llamaba "mi guapo Antolino". Así, "-Antolino, guapetón, ponme otro whisky" -le pedía en un simpático castellano muy chapurreado.
La vemos con sus amigos, en otro de sus jolgorios.
Una vez nos contó
Antolino: "Algunas veces me obligaba a beber de su copa el Martini que también le preparaba. Me decía "no seas malo, corazón, y bebe". Un día llegó con un "faldero" acompañante al que echó tan pronto se apoderó de la barra. Ya venía muy "pillada" y me llamó a gritos. Yo quería darle un cóctel sin alcohol que ella a veces tomaba. Me llevó hasta el otro extremo de la barra en donde apenas había clientes y sacó de su bolso una botella de Chinchón del más fuerte. Me pidió que se lo preparara con hielo y Pipermint. Tuve que hacerle el combinado, pero lo peor es que se empeñaba en que yo me hiciera otro. Al final se enfadó y se fue con el vaso a la calle. Tuvimos que salir corriendo un compañero y yo tras ella. Cuando la encontramos estaba "toreando" los escasos coches que pasaban por la Gran Vía a la una de la mañana. ¡Qué noche! Además no queríamos que se enterara la prensa y la fotografiaran en un estado tan lamentable. Menos mal que la calmamos y un amigo suyo al que llamamos se la llevó en un taxi a su casa"
  
Retratos de Ava Gardner pintados y firmados por Shahin.
En cuanto a la serie televisiva que próximamente se estrenará con el título de "Arde Madrid" y que, llevada a cabo por el director y productor Paco León Barrios, retrata en clave de comedia el paso de las estrellas de Hollywood en la España de los sesenta, nos describe (extraído de "El Cofidencial") a una Ava Gardner que había recalado en un Madrid tan conservador como el de los 50, sin libertad de prensa y en el que vivió durante 12 años en temporadas, y así, para poder dedicarse sin temor a la "doce vita", a la vida más libertina sin riesgo de salir en las portadas de las revistas. Cuenta León que "la Gardner se lo bebió, se lo folló y se lo metió todo". Y prosigue "era una mujer que actuaba con la libertad de un hombre, hacía lo que le daba la gana, se acostaba con quien le daba la gana". Y relata también la guionista de la serie, Anna Costa, "Ava estaba muy mal vista. Estaba considerada una puta y una borracha". Acababa de rodar "55 días en Pekin" precisamente en España, película por la que había cobrado medio millón de dólares, y corrían un sinfín de anécdotas de las que muchas de ellas no dejaron de ser más que simples bulos, puede que incluso los que puedan "adornar" alguno de los documentos que circulen por las redes de Internet o en la propia televisión.
  
Primero planos del rostro de Ava Gardner, envueltos en tonos de glamour y fantasía.
Y en torno a todo ese mito de cosas que se cuentan sobre la vida de la actriz (no estoy seguro si recogido del libro "Beberse la vida" de Marcos Ordóñez), dicen que "a principios de los sesenta, salía del Pasapoga, una achispada Ava Gardner, que montó en un taxi para ir a buscar a un bailaor gitano de nombre Falico. La actriz obligó al taxista a recorrer todos los locales flamencos de la farándula madrileña. A las 6 de la mañana, harto ya de la búsqueda, el taxista dijo que se iba a acostar y que le pagara. Pero ella no llevaba dinero y tuvo que quedar al día siguiente para continuar las pesquisas del "misterioso" Falico. Y ocurrió que de tanto llevar el taxista, de nombre José Luis Cantero, a la estrella "de allá pa´cá", éste se convirtió en amigo de su "castiza panda" y terminó siendo conocido como "El Fary". Eso sí, aunque se decía que "Ava Gardner se lo bebió y se lo comió todo", "El Fary" -se dijo entonces- "no se comió ni una rosca con Ava".
  
Diferentes plano de la estrella hollywoodiense, tomados de fotogramas de las distintas etapas de su
filmografía y en las que revela su intensa atracción, sofisticación y magnetismo.
En cuanto al "Bar Chicote", que era su "cuartel general", y su apartamento su "cueva secreta", los dos eran los lugares en donde se vivían sus interminables fiestas y donde ella disfrutaba de sus desvaríos. Ella elegía quienes sólo podían asistir, a veces los más estrafalarios. Las juergas eran de tal algarabía y tan ruidosas, que sus vecinos no hacían más que quejarse. Uno de ellos el General Perón, con su esposa Isabelita, que vivía debajo de ella y que tuvo que denunciarla en varias ocasiones, pues cuando él subía a protestar, ella incluso le insultaba y le llamaba "maricón". Se decía: "En su casa podría entrar desde Orson Welles hasta un mendigo". Allí llevaba a sus conquistas, a los toreros y según Lucía Bosé allí había "desde gente que recogía por la calle, camareros, bandas de música, militares de la base americana... y cuando a ella le apetecía se retiraba, sola o bien acompañada". O se iba al Pasapoga a que Antolino le pusiera su copa preferida. Tan salvajes eran aquella fiestas que según se llegó a decir, a veces la Gardner sorteaba, como una especie de "ruleta rusa", para que su suerte, entre todos los invitados, eligiera a quien iba a acostarse con ella. (No sé si ésta puede ser una de la anécdotas que ofrezca el guión de la serie "Arde Madrid"). Eso sí, al menos nadie dijo de ella que hubiera probado las drogas, como tampoco permitía tener a nadie drogado en sus fiestas. 
   
Son otro dos retrato dibujado por Shahin, que fueron parte de su cartel y portada comercial en los
estrenos de algunas de sus películas.
Ava Gardner nunca dejó de presumir de su tesón y su fuerza titánica para quedar bien en los rodajes, a pesar de que su talento interpretativo no llegaba a la altura de su belleza y magnetismo, talismanes con los que ella siempre contaba. Uno de sus directores decía: "Aunque haya dormido una hora, ella es capaz de rodar durante diez, sin desmayo y declamando rigurosamente su papel".
  
Solía decir de sus devaneos, cuando alguien le interpelaba: "mis vicios y mis escándalos son más interesantes que lo que cualquier novelista pueda fantasear".
  
El periodista Joe Hyams dijo de ella: "Era una mujer inquieta, atormentada, que corrió sin rumbo por la vida buscando la felicidad en un amor que nunca pudo encontrar, ni la comprensión que llenara su soledad". Y añadió: "Ava Gardner admiraba a los hombres, sus cuerpos, sus risas, su fragilidad y los adoraba en la cama".
  

Ava "apuró la vida a tragos como los Martinis que
tanto le gustaban
De libro "Beberse la vida" de Mario Ordóñez, o de las memorias de Gardner que escribió Peter Evans y de otros documentos biográficos, extraigo: "Ava Gardner, "el animal más bello del mundo" era una depredadora de hombres, los atisbaba, los acosaba, los cebaba en su cubil y los engullía con el deleite de una leona en celo". También se dijo: "Era libre, temperamental, aventurera, promiscua y apasionada; protagonizó broncas por dondequiera que pasó su escultural cuerpo; lo mismo retozó con celebridades que con "macarras", gitanos, vagabundos o toreros".
   
Dos años antes de fallecer, Ava Gardner publicó sus memorias. Tenía 65 años y quizá, después de todo, temía que se descubriera la certeza de la parte más vergonzante de su libertina y licenciosa vida. Decía: "Van a pensar que he sido una ninfómana". Peter Evans fue quien eligió la estrella de Hollywood para narrar sus recuerdos en aquellas memorias, pero sucedió que el manuscrito estuvo guardado veinte años hasta ver la luz porque Gardner no dejó que entonces se publicara al enterarse de que Evans había escrito otro libro sobre Sinatra y no gustó a éste. Entre otras declaraciones que hizo en sus memorias, reconoció "Echo de menos a Frank, incluso las peleas", "me duele, maldita sea, haber pedido mi belleza, pero la vida no se acaba por ello, solo se necesitan hacer algunos ajustes". De Mickey Röoney dijo "cuando me casé con él aún era virgen y fue quien me enseñó a que me gustase tanto el sexo". En cuanto a Sinatra, es curioso cómo le disculpa porque fuera la causa de que su relación con él fuera tan tormentosa. Gardner decía: "Tener que pagar yo todas las facturas de los dos hizo más difícil nuestro matrimonio". El destino la compensó, pues durante los últimos años de vida de Ava, a causa de su enfermedad y cuando ya se encontraba arruinada, Sinatra fue quien se hizo cargo del millón de dolares que costó su tratamiento médico.
  
La actriz ya en el último año de su vida, con su mascota Morgan.
También, extraído de Peter Evans, "Ava y Sinatra se parecían demasiado. Se casaron en 1951, desechando los consejos de Lana Turner, que era íntima amiga de Gardner y que había tenido una relación con Sinatra. Lana sabía que la carrera de Frankie había caído en picado y que no aceptaría vivir eclipsado por Ava". Evans recoge de la actriz que no era cierto las relaciones de Sinatra con la Mafia. Ella decía: "La llamada "Familia" nunca apareció cuando él hubiera necesitado su ayuda. Yo fui quien le apoyó y ni sus amigos estuvieron con él cuando más hundido estaba". Y concluía el escritor: "Nadie podía manejar a Ava. Sinatra no tenía la más mínima posibilidad porque la amaba demasiado. Se mostró tan posesivo que Ava no lo aceptó. Nadie podía poseer a Ava".
  
En 1969 la Gardner se trasladaría a Londres buscando la intimidad, lejos del bullicio indiscreto de Madrid. El último año ya en el 90 y muy sola, aunque al cuidado de su fiel empleada Carmen Vargas, solía salir a pasear con su perro Morgan y sentarse en el parque viendo caer las hojas de los árboles. Luego, se encerraba en casa pasando largas horas escuchando los discos de su inolvidable Frankie. Ava había sufrido de un enfisema pulmonar provocado por su hábito de fumadora empedernida durante toda su vida. Todo ello y otras afecciones fue lo que le habrían provocado sus neumonías. Un 25 de enero de aquel 1990, con sólo 67 años. la desmejorada Gardner le dijo a su doncella y ama de llaves, Carmen, "estoy cansada, muy cansada, me voy a dormir". Pero Ava nunca más despertó. En su entierro, apareció detrás de una fiel comitiva una limusina de color negro sin que se viera quien había en su interior. Luego se supo que fue Frank Sinatra. En su tumba, en un decorativo floral, un epitafio dice: "Con amor, de Francis".
  
Ángel González "Rusty Andecor

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