Garbo - Dietrich - Kelly - Hepburn.. Cuatro mitos del cine.

Garbo - Dietrich - Kelly - Hepburn.. Cuatro mitos del cine.
Estrellas leyendas del cine dorado. Escenas con intriga y misterios, ilusión y desengaños, amores y traiciones, pasiones y odios. Son algunas de esas grandes estrellas, entre el universo de los mitos del cine. Estrellas del fascinante cine en “Blanco y Negro”. (Clic imagen portada)

miércoles, 16 de mayo de 2018

Katharine Hepburn. Una personalidad única y un belllísimo ser humano. Una estrella y una dama, a la que el cine y sus amigos llamaban Kate.

Katharine Hepburn, todo un símbolo de talento, pasión y belleza.
"Nunca te des por vencido. Crea tu propio camino"
   
"Solo la gente sencilla sabe qué es el amor. La gente complicada trata tanto de causar impresión que pronto agota su talento"
     
"El amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, sólo con lo que esperas dar".
  
"Mi mayor fortaleza es el sentido común"
  
"Nunca e quejes. Nunca des explicaciones"
  
"Sin disciplina, no hay vida en absoluto"
  
"Si obedeces todas la reglas, te pierdes toda la diversión. Desde luego, si yo hubiera seguido todas ellas, no hubiera llegado a ninguna parte"

"Mi intimidad me pertenece y a mi me corresponde cuando puedo ser invadida".
  
"La vida es dura, después de todo, te mata"
  
"Me arrepiento de muchas cosas y estoy segura que todo el mundo lo hace. Si tienes sentido común, te arrepientes de las cosas estúpidas que has hecho y si no lo haces, quizás sea porque eres estúpido"
  
(Katharine Hepburn)
  
William J. Mann dijo de ella: "Era orgullosa y reservada al tiempo que generosa y comprometida".
  
Deborah Nadoolman Landis, por su parte, declaró: "Tenía fama de arrogante, tenía un carácter autoritaria, pero Tracy le hizo bajarle los humos"  
  
De Kate Hepburn se decía que "irradiaba un divismo encantador
y que revelaba una emoción a flor de piel que conmovía en
las escenas dramáticas.

Katharine Hepburn. Estadounidense, nacida el 12 de mayo de 1907, de nombre original Katharine Houghton Hepburn y conocida habitualmente en la intimidad y en los medios como KateFalleció el 29 de junio de 2003 a los 96 años de edad. Descendiente de clase alta, su padre urólogo, su madre militante sufragista, Katharine tenía una fuerte personalidad. De carácter muy independiente, resuelta y tenaz. Desde muy joven, alternaba sus estudios con su labor en Broadway, comenzando a dar sus primeros pasos en el cine, protagonizando ya su primera película con John Barrymore cuando tenía 25 años. Se la conocía entonces como "la indomable Katharine"(Clic sobre el nombre y los títulos de filmes sobrescritos en azul tenue para enlazar con los documentos en vídeo).
  

Katharine se casó a los 21 años con un hombre de negocios de Filadelfia, pero se divorció pasados los 5 de él. Tuvo varias relaciones sentimentales, incluyendo la   conocida con Howard Hughes. Pero solo la que mantuvo con Specer Tracy fue la más sólida y permanente, aunque no llegaran a casarse. Ella dijo de él "Fue un sentimiento único el que tuve por Tracy. Habría hecho cualquier cosa por él" De hecho lo hizo, pues a pesar de sus excesos como alcohólico que era, le ayudó siempre y nunca lo abandonó. Aún así, sse dijo que "la relación fue meramente de amistad, un montaje que convenía a ambos y que servía para disimular la falta de compromisos masculinos matrimoniales de ella y la homosexualidad reprimida de él". Sin embargo, su amiga Lauren Bacall señaló "Kate estaba ciegamente enamorada del actor". Y el hecho es que la prensa siempre dijo que fue "uno de los amores legendarios de Hollywwod". Kate decía de él que le quería de forma incondicional. Spencer, de ella que siempre la amaría.
  
Es una de la imágenes en Spencer y Kate muestran toda su más
sugerente y cariñosa complicidad.
Continuando con su vida personal, antes de su romance con Spencer Tracy, hay que recordar que tres grandes directores se enamoraron de ella. El primero fue George Cukor, cuando entre el 32 y el 33 la dirigió en dos de sus primeras películas, luego John Ford, cuando en 1936 la dirigió en "María Estuardo" y durante su rodaje. El tercero, el ególatra y soberbio Howard Hughes, quien según se dijo, al principio de conocerla, no le perdonó que ella no le correspondiera como al parecer él pretendía. Algo que poco podía importa a la Hepburn con el carácter que ésta tenía, además de que contaba en con el apoyo de directores como Howard Hawks, George Cukor y los ejecutivos de la RKO, para quien ella trabajaba. Ella solía decir: "Me basto yo sola para enfrentarme a los depredadores y magnates de los estudios y para derrotarlos si fuera preciso". Aún así, parece que luego Katharine y Howard firmaron la paz y vivieron juntos entre 1935 y 1937. Hughes tuvo muchas relaciones sentimentales con actrices de la época, pero siempre reconoció que fue Kate de quien estuvo perdidamente enamorado.
  
Son tres expresiones en el rostro de Kate que muestran los distintos registros de interpretación, capaz
de comunicar el talento dramático de la actriz.
En cuanto a la imagen que aparentaba o veíamos de Kate y del resplandor que irradiaba su presencia en la pantalla, se decía que "dentro del ambiente de Hollywood era considerada rara, nada de lo que ella tenía correspondía al ideal de belleza, de fascinación o de capacidad dramática que imperaba en la Meca del Cine". Demasiado delgada y cubierta de pecas, con el tiempo se fue mostrando de un aspecto arrugada y huesuda. Su voz conmovía en las escenas dramáticas, controlando los registros desde los pasajes autoritarios e imperiosos hasta los momentos más sutiles para confidencias más íntimas. Se apoyaba en una destreza increíble de las manos y de posturas que le valía en su genialidad para la comedia, mostrando fácilmente "un medido control para alcanzar el patetismo y sostenerlo con un rostro estremecido y una voz quebrada". Y añadía la actriz sobre la interpretación "Lo vital para el artista es sentir vida dentro de sí. Si lo consigue podrá proyectar su acción a través de la pantalla, igual que a través de las candilejas".
  
Son distintos perfiles expresivos en la interpretación del personaje de cada una de sus películas.
De la carrera filmográfica de Katharine Hepburn, una de las más prolificas del cine clásico y post-clásico, vamos a descubrir una actriz que tuvo una actividad intensa, con más de 60 años de producción, lo que la llevó a conocer las diferentes etapas y estilos de hacer cine, algo que pocas actrices pueden presumir de ello; desde recién iniciado el cine sonoro al melodrama renovado y la comedia romántica de los 80, incluso el cine independiente de la televisión de los 90.
  
Sus primeros papeles los interpretó en el teatro entre 1928 y 1932. Y fue en este último año cuando el director George Cukor la llevó a debutar en el cine. "Doble sacrificio", su primera película, como protagonista y con John Barrymore como compañero de reparto, un consagrado actor de su tiempo. El film fue un éxito y la crítica dijo de ella que era un actriz con carisma y con futuro. En 1933 rodó "Gloria de un día", un drama romántico que tuvo a Douglas Faibanks como co-protagonista. La interpretación de la actriz obtiene su primer Oscar. La prensa estaba entusiasmada y Katharine Hepburn consigue el estrellato. Ese mismo año George Cukor vuelve a dirigirla en "Little Women" ("Las cuatro hermanitas") y en esta ocasión consigue el premio a la mejor actriz en el Festival de Venecia de 1934. La carrera de la Hepburn ya es imparable.
  
El encanto de Kate Hepburn no pasaba desapercibido en muchas
de sus expresiones y ademanes. Esta es la muestra en una de
las escenas de una de sus películas.
Le siguen varios filmes que resultaron ser un fracaso artístico y comercial. Fue en 1935 y con "Alice Adams" ("Sueños de juventud"), una comedia dramática dirigida por George Stevens, con Fred MacMurray como compañero de reparto, con la que recupera la vuelta de su éxito. Precisamente, ese mismo año Cukor vuelve a dirigirla en "La gran aventura de Silvia", película en que trabaja por primera vez con Cary Grant. En 1936 la dirige John Ford en "María Estuardo", un drama histórico en el que comparte cabecera con Fredric March. Le siguen "Olivia", de George Stevens, y "Damas de teatro", de Gregory La Cava, con Ginger Rogers, ambos filmes producidos en 1937, éste último una de las mejores comedias de los 30. Para entonces, Hepburn ya era prácticamente la dueña de los estudios de la RKO y el 1938 es el año de Kate con Cary Grant, con quien rodó "Vivir para gozar" y "La fiera de mi niña", dirigidas por George Cukor y Howard Hawks, respectivamente. Se trata de dos comedias románticas de éxito, la segunda un clásico y una obra maestra del cine.
  
Las dotes de interpretación de Kate Hepburn no sólo demostraban su talento de artista, sino la
capacidad de sorprendernos y cautivarnos con la forma de hacernos ver la diversidad del
papel de cada personaje, el que interpretaba en cada una de sus películas. 
A partir de aquí, se produce un declive de la Hepburn, un paréntesis de varios años en los que apenas hay un trabajo digno de su talla como actriz. Es en 1942, bajo la dirección de Cukor, en esta ocasión con la productora MGM, cuando se produce el primer encuentro con Spencer Tracy, con quien trabajaría en 8 películas, iniciándose no solo una relación profesional sino también sentimental. Así, en este año fueron "La llama sagrada", del director aludido, y "La mujer del año", de George Stevens. Son notables también con Tracy las producciones "Sin amor" (1945), "Mar de hierba" (1947), ésta dirigida por Elia Kazan, o "La costilla de Adán" (1949), de George Cukor. Posteriormente, hizo una película con Humphrey Bogart, "La reina de África" (1951), de John Huston. Una apasionante historia de amor, obra maestra del cine de los 50. Y en 1967 rodó "Adivina quien viene esta noche", de Stanley Kramer, la última película con Spencer Tracy, poco antes de fallecer, y por la que consiguió su segundo Oscar. Se trata de una comedia en la se entrecruza el choque de los sentimientos y las preocupaciones y prejuicios sociales.
  
Bella y enternecedora imagen de una escena de "En el estanque
dorado". Sublime interpretación de la pareja Fonda-Hepburn.
Ya en las últimas décadas de su carrera, y como filmes dignos de mencionar, recordamos: "De repente, el último verano" (1959), con Elizabeth Taylor y Montgomery Clift, dirigida por Joseph Mankiewicz, con una adaptación de la obra de teatro de Tenessee Williams resultando un trabajo dramático "intenso, sofisticado, turbio y teatral" y que se mueve entre un excelente trío interpretativo con un toque de ingenio, ironía y elegancia, típico de Mankiewitcz. El drama ambientado en la Edad Media "El león en invierno" (1968), con Peter O´Toole, para la que obtiene nuevo Oscar, además de un BAFTA. Y el melodrama emotivo y lleno de ternura "En el estanque dorado" (1981), que Kate protagoniza con Henry Fonda y Jane Fonda, consiguiendo el cuarto Oscar. Hay que decir que la interpretación de Hepburn y Fonda es sublime, pero yo encontré además a la pareja exquisitamente encantadora.  Después y durante la década de los 70, excepto el film anterior, se dedicó a hacer televisión y algunos otros trabajos de cine que no llegaron a destacar.
  
Aclamada Kate por el público en aquella aparición
de 1974, ajena al glamour de los asistentes de la
gala, vistiendo sólo un pijama, dijo con humor
aquella frase: "Por lo menos no escuché a nadie
decir: ya era hora que apareciera en los Oscar
"
En cuanto a los premios y reconocimientos más importantes que acredita Katharine Hepburn, ha sido la actriz más oscarizada de la historia, teniendo en cuenta los cuatro Oscar que ganó, de los que por cierto no llegó a recoger ninguno de ellos en la ceremonia de entrega, donando las estatuillas al Empire State Building de Nueva York. Ello, además de las 12 nominaciones para este premio, dos BAFTA y cinco nominaciones, un premio y seis nominaciones de EMI, ocho nominaciones a los Globos de Oro y un sinfín de galardones más.
  
Curiosamente, la única aparición que hizo la estrella en la entrega de los Oscar, fue en 1974, cuando David Niven, presentando entonces la ceremonia, anunció que una de las más grandes del cine haría su aparición en ese momento de la ceremonia para entregar un Oscar. La presencia de Kate Hupburn asombró a los asistentes. Ella iba a ser quien entregara el galardón a Lawrence Weingarten, productor de la MGM y gran amigo suyo. Había aceptado acudir a la gala de entrega de premios, pues en esta ocasión se trataba de acompañar a su amigo en su homenaje, excusándose de su ausencia en la entrega de sus anteriores premios y entendiendo que la mejor contribución y recompensa en reconocer un premio era el propio trabajo. Después, y a continuación de las palabras de Kate, el público aplaudió mientras se ponía de pié, aunque ella no iba a ser la homenajeada. Una frase que dijo e hizo a reír a todos: "Por lo menos no escuché a nadie decir: ya era hora". (Clic en el texto resaltado en azul tenue para reproducir el vídeo de la escena de la ceremonia).
  
Fue en la ceremonia de entrega de los Oscar de 1974. Katherine
apareció solo en esa ocasión para entregar el premio a su amigo
Lawrence Weingarten, productor de la MGM. La intervención de
Kate, tras su aparición, estuvo cargada de humor y simpatía al
presentar a su amigo Lawrence. Éste tuvo, a su vez, unas
breves y emotivas palabras que dedicó a su amiga Kate.
(Clic a continuación en el "momento vídeo ceremonia")
Me he permitido transcribir el breve discurso que Weingarten dedicó a su amiga Kate, más que nada por la descripción tan hermosa que hizo de ella, cuando se refirió a su calidad humana. Estas fueron sus emotivas palabras: "Bueno, mi querida Kate me entrega este premio y lo hace en su única aparición en la ceremonia de los Oscar. Me siento completamente incapaz de responder a este fluido de amor. Tener a Katharine Hepburn y el premio al mismo tiempo es una carga emocional que apenas puedo asimilar. A todos, pero sobre todo a mis íntimos amigos, quería recordarles cómo las interpretaciones de Kate en la pantalla han revelado la aristocracia, la sofisticación y la iconoclastia, pero esta noche ella ha revelado otro lado de su carácter. Como podéis ver ellas es considerada, simpática y un bellísimo ser humano. Por eso, a Katharine Hepburn y a todos los grandes cineastas, hombres y mujeres, de los cuales yo he dependido. A esos talentosos y memorables escritores, directores, artesanos, etc. A Louis B. Mayer, cuyo espléndido apoyo y coraje hizo posible que hiciésemos cosas juntos. A todas esas maravillosas y únicas personas va mi gratitud, mi admiración y mi respeto".
  
Sobre esa calidad humana con la que describió su amigo Lawrence a Kate, definiéndola como "un bellísimo ser humano", el actor Sidney Poitier, con quien Hepburn coincidió en "Adivina quién viene esta noche", dijo de ella: "Katharine era un ser humano extraordinario, una gran actriz, una espectacular presencia en el cine estadounidense y una verdadera dama.
  
Era increíble la química en pantalla, no había más que ver
las escenas. Sin embargo, la relación de la vida privada
de la pareja era más de dependencia, de una atadura
sin glamour. Puede que se amaran con desesperación o
puede que fuera sólo la esperanza lo que buscaban.
En realidad, de Kate Hepburn, más que de su talento interpretativo, que ya conocemos el derroche de sus dotes y su buen trabajo, deberíamos hablar de la genialidad de una actriz que vivió no para resplandecer como estrella (que lo fue), sino para disfrutar y recrearse en el impecable trabajo que ella quería hacer y que en definitiva siempre lo hizo. También es cierto que, en relación con su vida personal, fueron los romances que se le atribuyeron lo que pudo significar cómo evolucionó su personalidad, y su faceta artística, a lo largo de su vida. Cierto que  de muy joven, Kate se dejó impresionar por Howard Hughes, después de oponer al principio su resistencia con el orgullo que le caracterizaba, dejándose querer y llevar por la pasión. Pero nada tan fuerte como su relación con Spencer Tracy. La escritora Charlotte Chandler dijo: "La química funcionaba en la pantalla. Pero en la vida real no tuvo nada de glamour. Un amor sórdido entre un machista redomado y una pionera del feminismo que se dejaba avasallar. Tracy, casado, alcohólico y enfermo, no quiso dejar a su mujer. Se veían a escondidas. Hepburn fue siempre la segunda; más una enfermera que una amante. ´Spencer nunca me dijo que me quería`, se lamentaba. Ni siquiera pudo asistir a su funeral y le lloró en casa para no incomodar a la viuda- Con Hughes fue todo lo contrario. Gozo en estado puro. Plenitud física. Sexo sin culpa. Y lo más importante: Hepburn era ella misma; un espíritu libre. con Tracy fue una sombra. La encarnación de sus propios demonios interiores".


Kate se recreaba con genialidad en personajes distintos unos de otros, con múltiples capas.
En el Show de Dick Cavett, cuyo vídeo encontré recientemente, hay unas declaraciones muy interesantes que nos documentan con mucha fidelidad la vida de Kate Hepburn, pues ella misma estaba presente en la entrevista que el propio Cavett le hizo. Lo que he hecho ha sido extraer las que más interés aportan. Y así, entre las aportaciones del documento, Deborah Nadoolman Landis, profesora de Diseño de Vestuario, decía de ella: "Los personajes que contribuyó a crear tenían múltiples capas; por eso su carrera se prolongó durante tanto tiempo, porque podía ser muy graciosa y era muy buena en el papel de protagonista porque les daba caña a sus compañeros masculinos. Desafiaba a todos los actores con los que compartía cartel". Y añadía: "Fue una estrella en los 30 y en las décadas que siguieron hasta los 80. Se mantuvo siempre en lo más alto y supo evolucionar magníficamente a lo largo de una carrera de 60 años. El público no se cansaba de ella y seguí acudiendo al cine a ver en quién se convertiría esta vez".
  
La imagen glamuroso de Kate en pantalla siempre fue un
atractivo, a veces una sorpresa, para el espectador.
Jerry Adler, actor y director, declaró en este mismo show de Dick Cavett: "Kate tenía algo muy especial, lo notabas en cuanto l veías, lo transmitía su cara, sus rasgos y esa personalidad ardiente que tenía".
  
Otro de los documentalistas que aparecen en vídeo, en este caso Robert Birchard, escritor e historiador de cine, dijo: "Katherine Hepburn llegó al mundo del cine al principio de los años 30, cuando se estaba implantando el sonido. En los años del cine mudo las estrellas habían sido iconos visuales y ese atractivo visual sigue estando vigente a principios de los 30. Las estrellas tienen ese mismo tipo de imagen glamuroso. Pero el sonido añade una nueva dimensión y algunas estrellas que habían sido muy populares en la era del cine mudo no mantuvieron esa popularidad después, no porque fueran malos actores o porque fueran peores que antes, sino porque su voz no proyectaba ese mismo carácter icónico que tenía su imagen visual. Katherine Hepburn, al igual que algunas otras actrices, tenía una cualidad vocal que se correspondía con su imagen en pantalla. y proyectaba un personaje completo para atraer al público".
  
Kate Hepburn. Una personalidad única y carismática, descrita también en su imagen de pantalla
Deborah Nadoolman dijo también: "En la edad de oro de Hollywood había tres mujeres que llevaban pantalones en su vida real; la gran Greta Garbo, la gran Marlene Dietrich y la gran Katherine Hupburn. Y esas tres mujeres eran capaces de transformarse en la pantalla en diosas, en diosas del glamour. Katherine Hepburn tenía una personalidad única. A diferencia de Garbo o Dietrich, no era ni exótica ni misteriosa. No se parecía a nadie, era diferente y el público no se acostumbraba a encasillar su imagen icónica en pantalla. Tenía fama de arrogante y quizá Tracy le hizo bajarle los humos. La química que se produjo entre la pareja, una química que al parecer sólo existía en pantalla, intervino de alguna forma en el carácter autoritario de Kate, aunque también en Spencer a quien ella humanizó". Y a propósito de esa relación, se dice que la pareja funcionó porque nunca vivieron juntos, como marido y mujer; algo que no hubiera sido posible teniendo en cuenta el carácter independiente de Hepburn y la convicciones católicas de Tracy.
   
Retrato de Kate pintado por Everett Raymond Kinstler
En el centenario de nacimiento de Kate Hepburn, en mayo de 2007, el biógrafo estadounidense William J. Mann  la describe como "alguien que desafiaba los cánones del Hollywood dorado con su ambigüedad sexual y su sofisticada presencia cuando se alejaba de los focos". Su biografía apunta a "la permanente ruptura de los estereotipos sociales como uno de los rasgos que definen la trayectoria vital de la actriz, quien heredó un fuerte espíritu feminista de su madre".
  
Katharine Hepburn, un mito que fascinó a toda una época. Mann la definió como "orgullosa y reservada, al tiempo que generosa y comprometida, una personalidad contradictoria, y que la convirtió en una de las figuras más relevantes del siglo XX". El escritor en su biografía, da cuenta por cierto de su vanidad, y esto no deja de ser una anécdota, y comenta que Katharine hizo creer que su fecha de nacimiento era varios años posterior al 12 de mayo de 1907, hasta que éste indagó en los archivos de su ciudad natal y descubrió la fecha real; un secreto que ella misma desveló después públicamente en su autobiografía "Yo: Historias de mi vida". Una anécdota como muchas, propias también de esa misma vanidad de otras grandes actrices, tales como Marlene Dietrich o Liz Taylor.
  
Ángel González "Rusty Andecor"