"Ojalá que la espera no desgaste mis sueños".
"La
imperfección es belleza, la locura es genialidad y es mejor ser absolutamente
ridículo a ser absolutamente aburrido"
"El éxito hace que mucha gente te odie, me gustaría que no fuese así. Sería maravilloso disfrutar del éxito sin ver envidia en los ojos de los que te rodean".
"El amor no necesita ser perfecto, sólo necesita ser verdadero".
"Las desilusiones te hacen abrir los ojos y cerrar el corazón".
(Marilyn Monroe)
Son
algunas de las frases que se atribuyen a Marilyn Monroe, que revelan su
inteligencia, eclipsada por el mito de su belleza, frases que descubrían sus desencantos y fracasos, e incluso mostraban su velada ternura y su manifiesta ingenuidad. Su empeño y su perseverancia por seguir manteniendo la esperanza y la ilusión. Su obsesión por encontrar quien la amara de verdad. Su pensamiento, el que conocemos de sus cartas y sus entrevistas, desvelaba sus miedos a la mediocridad y al vacío de la vida, pero también al terror de la envidia y las miserias del condicionamiento humano.
Marilyn Monroe. Norteamericana, nacida en Los Ángeles, California
(1926 - 1962). Originariamente de nombre Norma Jean Baker, hasta que en 1947 adopta su
seudónimo por el que se la conocería. Vive con su madre hasta los 8 años en que
ésta es ingresada por una crisis nerviosa. Desde entonces hasta 1943 vive con
alguna amiga y parientes de su madre, pasando por un orfanato. Marcada por la
inestabilidad emocional y la pobreza, abandona sus estudios y comienza a
trabajar de montadora en una fábrica de aviones en donde conoce a un operario
con el que se casa a los 16 años. Se divorcia al poco tiempo. Pero a esa misma edad
es descubierta por un fotógrafo de modas que la convence para que trabaje de
modelo. Norma tenía el pelo castaño, aunque el fotógrafo la convence para que se
tiña de rubio platino. Entre los 20 y 21 años posa para varias campañas
publicitarias anunciando trajes de baño. Su carácter inquieto y el deseo de
cultivarse y de aspirar a algo mejor, le lleva a cursar algunos estudios de arte dramático y a asistir
a cursos de literatura en la Universidad de Los Ángeles. (Clic en su nombre, en los títulos de films, en los textos a continuación sobrescritos en azul tenue, para enlazar con vídeos).
"Ojalá que la espera no desgaste mis sueños", decía Marilyn. Se debatía, a veces, entre su fragilidad y sus ilusiones. |
El rostro de Norma comienza a ser conocido en los anuncios
publicitarios. En 1947 es descubierta por el magnate Howard Hughes, propietario
de la productora R.K.O., que le ofrece unas pruebas para el cine. No le convencen sus
propuestas, pues al parecer Hughes era un mujeriego y un sátiro. Norma supo por
primera vez cómo funcionaba la búsqueda del éxito en el cine, y ella rehusó la
oferta del millonario si tenía que acostarse con él. No obstante, las pruebas
de cámara con Hughes fueron conocidas por la 20th Century Fox, la competencia
de R.K.O., que le ofrece un contrato de figurante para tres películas, en una
de ellas ya como actriz de reparto. Fue cuando adopta el nombre de Marilyn
Monroe. La compañía no renovó su contrato, pues al parecer uno de los actores del
último film exige ciertos favores de Marilyn y ésta no aceptó ofrecérselos.
En 1948 encuentra trabajo con la Columbia y ésta le ofrece un papel protagonista en el film "Las chicas del coro". El problema era que tenía que prepararse para el papel de bailarina y el director musical de la Columbia tenía que darle las lecciones. Y la condición para conseguir el trabajo era que la de aceptar relaciones íntimas con Fred Karger, el director musical. Marilyn estaba ya cansada de luchar y tuvo que entregarse a la complicidad de un sistema corrupto y perverso que, como acabamos de conocer, ha imperado hasta la actualidad y, también es bien sabido, con la mayor parte de actrices que querían hacer carrera. Monroe tenía entonces 22 años.
Ya en
1949 participa con un corto papel en "Amor en conseva". (Clic en el título para visionar la película completa). La escena con Groucho Marx fue ya uno de los primeros "sketchs" eróticos del cine, tanto que Groucho se salió del guión y le dijo a Marilyn... "lo que le dijo". En 1950 consigue dos papeles secundarios en dos grandes producciones. La primera en "La jungla del asfalto" que dirige John Huston y con la productora MGM. La segunda en "Eva al desnudo", dirigida por Joseph Mankiewicz y de nuevo con la Century Fox. Este director dijo de ella que tenía talento y llegaría a ser una gran actriz. Lo cierto es que el pequeño papel en este film fue ya el estereotipo que más tarde se crearía de ella. Hasta el 52 continúa haciendo papeles secundarios, alternando su trabajo con algunas sesiones fotográficas, entre ellas la que se hizo famosa al posar desnuda para la portada del primero número de Playboy y de la que se publica más tarde el célebre reportaje.
Precisamente, en el año 1952 hace uno de los mejores papeles de su
carrera, ya como protagonista junto a Richard Widmark en la película
"Niebla en el alma". Quizá le ayudó en su interpretación dramática
las miserias y desengaños que sufrió en su infancia. En esta misma línea de
género dramático protagoniza en el 53 un suspense que contribuyó mucho a su
carrera interpretativa. Se trata de "Niágara", un thriller en el que tuvo como
compañero de reparto a Joseph Cotten. Un año antes, la 20th Century Fox, le ofrece protagonizar su primera comedia de éxito y que dirigiría Howard Hughes, quien extrajo de ella lo mejor de sus dotes. El film era "Me siento rejuvenecer" (enlace film completo), un clásico del género y con Cary Grant y Ginger Rogers en el reparto.
Marilyn decía: "Ríe cuando estés triste, llorar es demasiado fácil". Y es que su sonrisa en los últimos tiempos era forzada y tenía algo de tristeza tras la mirada de sus ojos. |
Entre los años 1953 y 1960 se producen sus trabajos más
brillantes, sus comedias, cada una de ellas envueltos ya con su marca
distintiva, como "la rubia estrella de Hollywood" o "el
mito sexual". Entre las más destacadas, en el 53 fue "Cómo casarse con un millonario", con Lauren Bacall en
el reparto, y "Los caballeros las prefieren rubias", con Jane
Russell. En el 55, "La tentación vive arriba", con Tom
Ewell y dirigida por Willy Wilder. En el 56 fue "Bus Stop", con Don Murray. En el 59, "Con
faldas y a lo loco", con Jack Lemmon y Tony Curtis y
dirigida por Willy Wilder. Esta última, producida por United
Artists, el resto por la 20th Century Fox. Ya en el
60 su última comedia fue "El multimillonario",
también de la Fox, dirigida por George Cukor y
con Yves Montand en el reparto, con el que ella mantuvo un romance y del que se enamoró, aunque para él no fue más que una aventura.
En 1961 protagoniza junto a Clark Gable y Montgomery
Clift el film "Vidas rebeldes", un drama
que dirige John Huston y guión de Arthur Miller, con
quien se había casado en el 56, aunque en ese mismo 61 se divorcia de él. Buena
interpretación de Marilyn, aunque ya hay evidencias de su ocaso. De
hecho, solo interviene después en una película que no acaba debido a su
repentina muerte en 1962. La carrera de la actriz había terminado mucho antes.
Marilyn Monroe. Sus titulares, nunca le sobraron: "Una de las estrellas más rutilantes del firmamento cinematográfico hollywoodiense". "Un icono de belleza, moda y símbolo sexual", "La mujer más deseada del siglo XX". Aunque más conocida en en el mundo de la frivolidad como "La rubia platino" o (peor aún) "la rubia tonta" (que, por cierto, "de tonta no tenía un pelo"). Cosechó en su carrera varios premios importantes, tales como el Globo de Oro en 1960 por "Con faldas y a lo loco", además de varias nominaciones al BAFTA y otros. Hizo 29 películas, entre las que no parece que consiguiera ninguna obra maestra de interpretación, aunque está claro que se la encasilló injustamente desde el principio en un papel demasiado superficial y frívolo como para poder aprovechar y lucir el potencial de sus dotes interpretativas. Ni fueron justos los productores con ella, como para llamarla para hacer los papeles que según ellos solo sabía hacer, ni honestos los directores que la humillaron en numerosas ocasiones. Los compañeros de rodaje tampoco se quedaron cortos en sus desprecios y burlas. Cierto que hay una leyenda negra en torno a la insoportabilidad y lo insufrible de su trato en los trabajos de rodaje, además de sus difundidas limitaciones en la interpretación, pero para ser imparciales, la crítica más objetiva dijo después que muchos de sus problemas profesionales se debían a la falta de profesionalidad y de empatía de los directores de rodaje y artísticos.
Marilyn Monroe. Como
ya se ha dicho, su inquietud intelectual la llevó a esforzarse por cultivar su formación en las
artes dramáticas, a buscar más conocimientos, a leer todo lo que podía. Su
coeficiente intelectual estaba muy por encima de la media. Tenía una biblioteca
con más de mil volúmenes (unos 400 eran de literatura) en los que solía hacer anotaciones al margen. Entre
sus libros favoritos estaban James Joyce, Walt Whitman, Flaubert y el
poeta Heinrich Heine. También aparecían obras de Stendhal, Khalil Gibran y Hemingway, obras de teatro, arte, filosofía, psicología o ciencia, y sobre todo poesía; a Marilyn le apasionaban los poemas. Solía escribir reflexionando sobre lo que
leía, algunos poemas que garabateaba, anotaciones en un diario y cartas que no
llegaba a enviar a su destino. Los libros fueron subastados después de su muerte y la mayor parte de los manuscritos
desaparecieron tras la investigación policial, pero se sabe de su abundancia
por su último marido y por algunos de sus más íntimos amigos. Entre sus
pensamientos escritos decía: "Estoy intentando encontrarme conmigo
misma, no es fácil de hacer; millones de personas viven toda su vida sin
encontrarse", lo que indicaba cuánto le atormentaba la
inseguridad de su identidad, sus miedos y los resultados del psicoanálisis que
ella misma se hacía. Decía también: "Es mejor estar sola que infeliz con
alguien" o "La felicidad está dentro de uno, no al lado de
nadie", lo que demostraba que no era feliz, que le torturaba la inmundicia
de los bajos sentimientos en los demás, de la falsedad y la mentira.
De Marilyn se han dicho muchas cosas,
demasiadas, y tal vez demasiadas mentiras. Era la única forma de mantener viva
su leyenda y su mito. Su físico y su belleza le llevó a la perdición, en una
época en que una estrella de cine que empezaba de la nada se veía indefensa.
Los abusos sexuales que sufrió, el acoso de los directivos de las productoras y los de los estudios, sus traiciones amorosas, las presiones y mentiras de sus
valedores, su fallida psicoterapia, todo le llevó al alcohol, a los
barbitúricos y a la depresión. Aún así, siempre conseguía reponerse, luchando por salvar su
integridad. Incluso parece que aquella noche fatal debió de pedir ayuda para
poder sobrevivir. Algo sucedió. Algo muy grave pasó y todo quedó tapado con un supuesto suicidio.
Marilyn Monroe. Esbocemos una semblanza más de lo conocido de su persona: Bella,
coqueta, superficial e insatisfecha, aparentemente entregada a la frivolidad de
los placeres del mundo que la rodeaba. Eso era lo que se decía de ella. Pero el
fotógrafo George Barris, amigo suyo, le oyó decir "Mentiras,
mentiras, mentiras, nada más que mentiras, todo lo que se dice de mi son
mentiras". Y un periodista con el que Marilyn tuvo una confesión,
después de una breve entrevista, dijo que debajo de su imagen despampanante y
de su cautivadora sonrisa había tristeza, sombras y desesperación. Ciertamente,
hay muchas biografías sobre Marilyn, pero si comparamos unas y
otras, apenas vemos credibilidad en ellas. Parece que lo único que interesaba era explotar su mito.
Por lo demás, poco interesa extraer ahora lo que ya está escrito
en todas las crónicas, reportajes y biografías sobre la estrella. Sin embargo,
puede interesar algo más de lo que se supo y es poco conocido de su vida. Sus
discretos amigos, el camarero de un bar al que solía pedirle una copa y
consejo, así como sus fotógrafos más cercanos y fieles, Arnold y
Barris, quizá fueron los que mejor la conocieron, los que confesaban que Norma (como le gustaba que la llamasen) era un ser entrañable y encantador. Uno de ellos tuvo en
su poder una carta que apareció en un libro que ella le había regalado y que debió dirigir a alguien. En uno de los párrafos decía: "No
temo no poder despertar de mi sueño. Temo despertarme y no poder volver a soñar". Y también: "Quise ser generosa con quienes me prometieron
ayuda y afecto, pero me equivoqué y caí en una trampa, pues solo encontré la
burla y el engaño para ensuciar mis sentimientos". Se supo,
mucho después, que en los últimos meses de su vida, ella hablaba de
conspiración y amenazas. ¿Qué hubo detrás del informe del suicidio, de
los rumores que acallaron el FBI y de todo lo demás? Quienes más cerca
estuvieron lo dijeron: ASESINATO. Pero nadie se atrevió a testimoniar con
evidencias y pruebas que fuera así. Ni siquiera pudo servir una de las cartas
que debió recibir el doctor Ralph Greenson, el psiquiatra que
la había atendido en la clínica Payne Whitney, de Nueva York,
un año antes de su muerte. Aquella carta la dirigió Marilyn Monroe al
doctor Greenson mucho después de la que se publicó de seis
páginas, tal vez para distraer al público de la última en la que se debió
referir a la sospecha de que iba a ser asesinada. Aquella carta desapareció y
nunca más se supo de ella.
Por lo demás, en el informe médico del forense que dictaminó el suicidio de la Monroe a causa de una sobredosis de somníferos aparecieron contradicciones que nunca llegaron a aclararse. Y ello sin contar con la jovialidad e ilusión de Marilyn por vivir, a veces de modo desenfrenado como era bien sabido. Algo que no se correspondía con una decisión tan fatal.
Hay muchas
dudas cuando se intentó averiguar qué pasó en los últimos meses de la vida
de Marilyn. Se supo que había tenido una relación íntima con John
F. Kennedy y luego con su hermano Robert, quizá la de éste
solo fue de amistad y por las consecuencias que había tomado la que tuvo con el
primero. Sus nombres aparecieron en algunas de sus cartas, pero luego éstas
desaparecieron. En la descripción del ama de llaves que encontró su cuerpo, dijo que se
hallaba desnuda, en una forma muy extraña y con el teléfono fuertemente aferrado con su mano
derecha. Luego se supo que había llamado a alguien antes de morir para pedir
ayuda, según confesó quien debió escuchar la llamada, pero las cintas con la
grabación fueron incautadas y quien conocía su contenido fue silenciado.
Terminamos la crónica con otra de las frases que se le atribuyen y
una declaración que hizo de ella Arthur Schlesinger, ganador
de un Pulitzer. Aquella conocida frase era: "La vida es
corta, sonríele a quien llora, ignora a quien te critica y sé feliz con quien
te importa". Y lo que dijo Schlesinger de una
entrevista con la estrella: "... me quedé prendado, más que de su belleza, de su estilo y
también de su ingenio, cándido y enormemente agudo. Había en ella algo mágico y
desesperado a la vez. Algo que atraía, que fascinaba, pero al mismo tiempo, que sobrecogía".
Ángel González "Rusty Andecor"
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