La llamaron "La diosa del amor" y era "El objeto de deseo de todos los hombres". Sus curvas marcarían la pauta de la belleza durante una década. |
"Todos los hombres que he conocido se van a la cama con Gilda y despiertan conmigo"
"¿Te interesa saber lo mucho que te odio? Te odio de tal modo que buscaría mi perdición para destruirte conmigo. Estás advertido. No te extrañes de lo que pase".
(Rita Hayworth)
"Rita Hayworth es la Columbia" (Llegó a decir Frank Sinatra, también obsesionado por su belleza)
"Gilda la encumbró a la fama y la convirtió en la mujer más deseada del planeta" (La Vanguardia, de la crónica "30 años de su muerte")
"Se la llamó "La novia de Hollywood" y "La eterna Gilda".
"Ahora ya saben todos lo que soy: Gilda", "Jamás creí volver a querer a un hombre en el resto de mi vida", "Dicen que soy una mujer fatal, como fatal es mi sino" (Frases extraídas de los diálogos de "Gilda").
Rita Hayworth se convirtió a sus 28 años en un mito erótico con "Gilda" y pasó a ser "la novia de Hollywood" |
Rita Hayworth.
Norteamericana, nacida en Nueva York (17 octubre 1918 - 14 mayo 1987). De
nombre original Margarita Carmen Cansino. Su padre, Eduardo
Cansino, era bailarín sevillano. Su madre, Margaret
Hayworth, bailarina de origen irlandesa. Llegó a Hollywood a los 15
años con su padre, procedente de un ballet español, quien al parecer la explotaba y sometía
a abusos sexuales. A los 17 años, huyendo de él, comienza a trabajar en el cine
en papeles secundarios bajo la protección de Edward Jutson, vendedor
de coches y un oscuro hombre de negocios que se hizo pasar por su agente. Éste
la trato precisamente como a un coche y le hizo "cambiar su
carrocería", sometiéndola a varios cambios de imagen. Así, del
resultado de esos cambios Rita se convirtió en una escandalosa
belleza bajo la tutela de la coproductora Columbia. A los 21 años se convierte en
una estrella al protagonizar "Sólo los ángeles tienen
alas", una de las obras maestras de Howard Hawks. Rita Hayworth parece que volvía locos a productores y directores que se enamoraban de ella. Se dejaba querer, como lo hizo con Jutson, el que fue su primer marido,
pero en su beneficio al saber rentabilizar el tiempo que duró su matrimonio con él, aunque también a costa de conseguir vender sus favores a los ejecutivos de la productora que la contrató. Y en cuanto al
mito erótico que se le atribuyó a la Hayworth se consolidó con Gilda, el film que protagonizó a sus 28 años; una de las grandes obras del cine negro y uno de
los hitos del "séptimo arte". (Clic en los textos sobrescritos en azul tenue para enlace con los documentos en vídeos)
La fascinación sensual y el sex-appeal de la Hayworth se manifiesta en no pocas escenas que vimos en el cine. Su belleza seducía tanto que fue llamada entonces "la mujer más deseada del planeta" |
El caso es que la fama por sus supuestos desvaríos
sentimentales no parece que se correspondiera con la realidad, ya que se dijo que en la
mayoría de las ocasiones Rita no respondía a los requerimientos
sexuales de sus pretendientes, con excepción de los romances que ella consentía. En cuanto a sus matrimonios, se casó cinco
veces, la segunda con Orson Welles, después con el príncipe Ali Khan, que fue su boda más "sonada". En 1972
abandona el cine, momento en que comienza a sufrir los primeros síntomas de
Alzheimer, aunque se diagnosticó como alcoholismo, enfermedad de la que murió a
los 68 años.
Rita Hayworth filmó más de 60 películas y el "American Film Institute" la considera una de las 20 estrellas más grandes
de todos los tiempos, a pesar de que no obtuvo ningún Oscar. Su carrera cinematográfica comienza cuando a los 16 años, siendo
explotada sexualmente por su padre (como se dijo anteriormente) y durante una
actuación en un club nocturno de Tijuana, en Méjico, un productor de la Fox se
fija en ella y le propone trabajar en el cine. Es entonces cuando se convierte
en Rita Cansino y abandona una vida que la había dejado
marcada con el trato de depravación que había tenido que soportar en su
relación paterna. Así, a los 17 años consigue su primer papel secundario, pero
a los 18 cae en las redes de alguien que tampoco va a dejar de explotarla; su
primer marido, quien la obliga a acostarse con hombres que le irían a ayudar en
su ascenso a la fama, según se recoge de uno de sus biógrafos. Le consigue un
contrato con la Columbia, pero le exige el escaso patrimonio que
tenía y la queda en la ruina.
"Gilda", una película representada a veces por "una canción, un guante y el bofetón de Glenn Ford", aunque sin olvidar la imagen de su mítico striptease del mismo film. |
Afortunadamente para Rita Hayworth, en el 1942
se divorciaría y así terminaría la etapa más oscura de su vida. Antes, en 1939,
conseguiría un segundo papel en "Sólo los ángeles tienen alas", dirigida
por Howard Hawks y protagonizada por Cary Grant. A
partir de entonces y durante más de una década se entrega de lleno a numerosas
producciones que la convierten en una gran estrella. Destacan "Ángeles
sobre Broadway" y "La dama en cuestión", ambas
producidas por la Columbia en 1940, ésta última dirigida
por Charles Vidor. En 1941, "La pelirroja", con James
Cagney y dirigida por Raoul Walsh, y "Sangrey arena", con Tyrone Power. En el 42,
sobresalen "Mi chica favorita", con Victor
Mature, "Seis destinos", con Charles Boyer, y "Bailando nace el amor", con Fred Astaire.
En los años 1944 y 1945 protagoniza otros dos musicales, género en el que ya
había trabajado años antes, "Las modelos" y "Esta noche y todas las noches", las dos producidas por la Columbia y
dirigida la primera nuevamente por Charles Vidor. (Clic en los títulos de los films y en los textos con su nombre sobrescritos en azul tenue, que enlazan con documentos en vídeo).
En 1945, la carrera de Rita Hayworth llega a la cumbre con Gilda, un drama
pasional y también un digno referente del cine negro. Icono de la historia del
cine. En Filmaffinity, Pablo Kurt dijo "El
simbolismo y estética de Gilda la convirtieron todavía hoy en una obra
imprescindible". La película, con Glenn Ford como
compañero de reparto, producida también por la Columbia, fue
dirigida por Charles Vidor, para quien Rita ya había
trabajado en varias ocasiones. Luego en 1947, cuando aún no había cumplido
los 30 años, la Hayworth protagoniza un film,
nuevamente "cine negro", hay quien dijo que de mayor
calidad artística que el anterior. Fue "La dama de Shangai", dirigida
por Orson Welles y con él mismo como compañero de reparto. Y a
pesar de la complejidad de su guión y desarrollo, así como de una crítica negativa que tuvo, se
dijo que fue "la mejor película extraña que se haya hecho
jamás". Carlos Boyero, de El País, llegó a decir: "Inquietante,
morbosa, trágica, una de las mejores películas de Welles".
El glamour de Rita Hayworth se manifiesta también en los muchos dibujos que se hicieron de la carismática actriz. |
En los años 48 y 52 le siguieron otros dos películas con Glenn
Ford, "Los amores de Carmen" y "La dama de Trinidad", respectivamente,
ambas de nuevo con la Columbia, éstas última
dirigida también por Vidor. Entre el 53 y el 57
le siguen otras cuatro de la misma productora: "La bella del Pacífico", "Salomé" (clic full movie), "Fuego
escondido", "Pal Joey", ésta última con Frank Sinatra y Kim Novak como actores en el reparto. A sus 40 años, en 1958,
hace su último gran trabajo en la película de Delbert Mann titulada "Mesas separadas", en un reparto
de lujo con David Niven, Burt Lancaster, Deborah Kerr, Rod Taylor, entre otros. Se trata de una mezcla de historias ambientadas en un
viejo hotel que sirve para el lucimiento de magníficas interpretaciones, como
las de Lancaster, Niven y la propia Hayworth. Por cierto, uno
de los mejores "blanco y negro" de los 50.
Rita Hayworth había llegado a lo más alto como estrella de la interpretación y ya a finales de los 50 y durante los 60 apenas consigue sobresalir en algún otro trabajo conocido de su filmografía. Así pues, además de "Sangre en primera página", un drama judicial producido en el 59, sólo dos películas realizadas a mediados de los 60 son conocidas; "El fabuloso mundo del circo", con John Wayne y Claudia Cardinale, y "La trampa de.l dinero", nuevamente con Glenn Ford. A partir de aquí, su declive ya es evidente; los primeros síntomas del Alzheimer le impiden memorizar el guión y desaparece el brillo de su carisma y de su encanto. En el 72 hace su último intento en una mediocre producción que salva Robert Mitchum. Se dijo que la Hayworth "entró en una espiral de destrucción" y que, tristemente, "solo encontró consuelo en el alcohol".
Son escenas de dos secuencias de "Gilda", en las que Rita aparece con su pareja, Glenn Ford, de quien se dijo se enamoró perdidamente de ella. Por cierto, el actor sería después y hasta su muerte, su leal y mejor amigo. Inolvidable esta secuencia del film en que ella interpreta quizá la canción más conocida de Gilda: "Amado mío" (Clic en el título) |
Años más tarde, en 1976 sería fotografiada en el aeropuerto
londinense. No había ni rastro de aquella encantadora imagen de femme
fatale que había inmortalizado la Hayworth en sus
películas. Su aspecto envejecido e irreconocible, desorientada, marcó el fin de
la estrella. (Hay fotos en ese estado, pero en mi crónica he preferido
omitirlas, pues me parecía de mal gusto incluir una sola en un digno homenaje
hacia ella). De su lamentable deterioro, lo peor fue que todo el mundo
pensó que fue la adicción a la bebida o las drogas lo que motivó aquel cambio.
Sin embargo fue la terrible presencia del Alzheimer cuyos efectos nadie
conocía. Incluso su hija Yasmín parece que la repudió acusándola
de borracha. Un par de años después, cuando tenía 60 años, Rita no sabía ni
quién era ni quién había sido, ni quienes habían sido sus maridos. Arruinada,
olvidada por todos, absolutamente sola, falleció al poco tiempo en 1987.
Y concluyendo con su vida privada, de sus
frustraciones y desgracias, decir que Rita Hayworth nunca fue feliz. A los
tres años su padre ya la obligaba a recibir clases de baile y a ensayar para
formar pareja con él. A ella no le gustaba, pero no se atrevía a negarse. Al
principio lo adoraba, hasta que un día a sus 14 años, comenzó a sufrir sus
abusos sexuales. Y si en su niñez y
adolescencia ya sufrió vejaciones, luego sus matrimonios serían todos un fracaso. En
varias ocasiones estuvo a punto de dejar el cine y huir del acoso mediático que la
envolvía si con ello podía encontrar la felicidad. Ella decía que sólo quería que la amasen, pero no que la deseasen por su cuerpo. Creyó tener una oportunidad con
Orson Welles, quien se enamoró de ella y cuyo magnetismo la sedujo. Sin
embargo, y después de su matrimonio en 1943, él comenzó a abandonarla y a
dedicarse a otras mujeres.
Su aspecto en una escena de "La dama de
Shangai". Una imagen
en contraste con la de su famosa y melena pelirroja. Welles la obligó a cortarse el pelo y teñir de rubia platino. |
Revisando su anecdotario hemos sabido que en el proyecto de "La dama de Shangai" la Columbia se negó
rotundamente a que Welles la dirigiera, no obstante formar parte también de la
producción. Sus escaramuzas fueron tales que estuvo a punto de acabar con su
carrera si no es por la intervención de Rita ante los productores de la propia
compañía, a quienes ella pudo convencer para dirigir e incluso para que le apoyaran después, y ello a pesar de que
él, celoso como era, la trataba mal e incluso la llamaba "idiota" ante la prensa. Ella, tímida y vulnerable, había aprendido a callar y a aguantar todo tipo de
insultos.
Otro dato a destacar de la vida de la Hayworth fue la espectacular ceremonia celebrada en 1949, cuando se casó con Ali Khan. El suceso se convirtió en uno de los enlaces más sonados de la época. Un manto de 60.000 rosas junto a una piscina llena de agua de colonia de una prestigiosa marca de perfumes en la Riviera francesa fue el lugar escogido para la boda. El hecho es que Kahn no fue mejor marido que Welles. Ludópata, mujeriego y pervertidor de menores. Así, en 1953 se produjo el divorcio. Y lo cierto es que tampoco tuvo suerte con los otros dos matrimonios. El cuarto, un cantante argentino que incluso le pegaba. El quinto, un productor salvaje y degenerado que la trataba como a un animal. Se contó en la prensa que Charlton Heston con su mujer cenaron una noche con Hayworth y su marido en España. El matrimonio Heston no pudo evitar presenciar los insultos y humillaciones hacia la infeliz Rita proferidos por su marido. El actor confesaría después "Fue la noche más vergonzosa de mi vida".
Además de que las curvas de Rita marcarían la pauta de la belleza durante una década, su boca y las facciones de su rostro sugestivo y descarado fue la portada más erótica y sensual de entonces. |
En cuanto a sus supuestos amoríos, sus relaciones
sentimentales (no sabemos si en el transcurso de sus matrimonios o
entre el tiempo que estuvo divorciada, entre unos y otros), se habló de que
fueron amantes Victor Mature, Kirk Douglas, David Niven, Glenn Ford, incluso
el futbolista Paco Gento. Aunque, precisamente fue Ford,
el actor que trabajó varias veces con ella como compañero de reparto, quien siempre fue un buen amigo
para Rita. Glenn Ford contaba al conocer su
muerte: "Estoy triste, una querida amiga me ha dejado sólo. Ver
sus imágenes, sentir el halo que desprenden, hace más terrible pensar en su
lento deterioro. Pocas como ella lograron hacer brillar tanto la magia del
cine. Y ninguna pudo brillar tan alto y con tanta alegría de vivir". En
otra ocasión, éste reconocería que se enamoró de Hayworth durante
el rodaje de "Gilda", aunque ella no pareció corresponderle, porque decía "era
imposible no volverse loco por ella", llegando a calificarla
como "la actriz más sensual de la historia de Hollywood". En su entierro y en el funeral celebrado en la iglesia católica, en Los Ángeles, una orquestas de cuerda interpretó diversas melodías de sus películas durante el oficio religioso. Su cuerpo yacía rodeado de lilas y tulipanes blancos. Velaban su cuerpo, además de Glenn Ford, Tony Franciosa, Ricardo Montalbán, Jane Withers y César Romero, entre otros.
Rita Hayworth, el sex symbol de toda una década entre los 40 y los 50, tímida y retraída, escondía sus complejos bajo el glamour de sus personajes. Quizá habría que haberla descubierto mejor en la autenticidad de sus colores naturales, tras aquella atormentada "Gilda", más que en el melancólico perfil claroscuro del "blanco y negro" del film. (Rita, en una de las escenas de su genial personaje (clic), aunque envuelto con la fantasía y la magia del color) |
Finalmente, y recurriendo a ese mismo anecdotario, el que nos relata
otros de los datos biográficos de la estrella, unos más y otros menos
conocidos, recordemos que uno de los disgustos más grandes de su vida fue
descubrir que una bomba atómica lanzada de pruebas por EE.UU. llevaba su foto
interpretando a Gilda, teniendo en cuenta que ella era pacifista.
Incluso para irritarla aún más, su rostro aparecía dibujado en cada avión de
combate de la segunda guerra mundial.
Y una última anécdota, ésta más bien con la llegada de la película "Gilda" a España. La
Iglesia la consideró "gravemente peligroso" por la
escena del striptease del guante y por el descaro con que se mostraba Rita
Hayworth en algunas escenas. Incluso, amenazando a las autoridades y
salas de cine con ex-comulgarles si no se cortaban esas escenas. Los censores les
dieron la razón y la llamaron desde "indecente" hasta "enviada
de los infiernos". Así pues, se dispusieron a cortar las que
llamaron "escenas inmorales". Sin embargo ocurrió algo
sorprendente; pues el General Franco, que era un cinéfilo
empedernido, se enteró que Rita Hayworth era española y
sevillana, que se llamaba Margarita Cansino y que había sido
de niña bailarina. Se dispuso a ver la película en el lujo de su cine privado y
ordenó a los censores que no se les ocurriera tocarla y que "guardaran
las tijeras". Fue increíble, pero España pudo ver "Gilda" sin
cortes ni censura. Y Franco pudo ver su secuencia favorita, repetidas veces, una y otra vez (eso decían los "cotillas" de su palacio), la de "Amado mío".
Ángel González "Rusty Andecor"