Belleza, elegancia y glamour. Tres talismanes que poseía la estrella Ava Gardner. |
"En el fondo soy bastante superficial, pero lo que importa es tener la valentía de reconocerlo"
"La vida no ha sido buena conmigo. Me ha dado fama, riqueza y todo lo que se quiera, pero por lo demás me lo ha negado todo. La mujer que había y hay en Ava Gardner siempre ha sido maltratada y ha sufrido decepciones. A pesar de todo soy una mujer se esfuerza en vivir y amar a vida "
"Supongo que mi inseguridad se explica por mi tremenda timidez. Soy una persona totalmente tímida en todos los sentios"
"No valgo una mierda actuando. Eso sí, nunca dejé de confiar en el director, en cuerpo y alma, para conseguir quedar bien en una escena".
"Cuando pierdo la calma, cariñó, no hay lugar donde puedas encontrarla"
"El cine no me ha tratado muy bien que digamos. Por lo tanto no me siento obligada a reconocerle nada. Si acaso el aspecto económico que es lo único que me interesa".
"Ser estrella de cine es muy aburrido. Lo hago por el dinero. Después de todos estos años sigo sin tener ni idea de qué es el cine. Nunca he sido una buena actriz, pero no sé escribir ni pintar, ni hacer ninguna otra cosa".
"Llega un momento en que te enfrentas al hecho de que te has convertido en un viejo putón. Lo curioso es que te das cuenta que es lo mejor que puedes hacer para no caer en la desesperación de la soledad".
"La fama y el dinero no dan la felicidad, y no significan nada si no tienes un hogar feliz".
"La idea de la muerte ha sido una constante en mi vida. No por miedo sino por temor amorir sola".
"Admiro a Greta Garbo. Cuando empezó su crepúsculo tuvo el valor de huir de él y retirarse con dignidad"
"En cierto modo llegué a odiar mi belleza muy a menudo. Ahora que el tiempo se la ha llevado me proporciona casi un alivio. No me importa envejecer, pero me asusta ser olvidada y volver al anonimato"
"No me gusta en absoluto todo lo que se ha escrito de mi, por la sencilla razón de que no es cierto. Nunca tuve intención de desmentir las falsedades sobre mi, ya que con eso lo único que haría sería perder un tiempo maravilloso que necesito para mi misma".
(Ava Gardner
Un derroche de sensualidad y voluptuosidad emanaba a menudo del rostro y del cuerpo de la espléndida Ava Gardner. |
"Llega un momento en que te enfrentas al hecho de que te has convertido en un viejo putón. Lo curioso es que te das cuenta que es lo mejor que puedes hacer para no caer en la desesperación de la soledad".
"La fama y el dinero no dan la felicidad, y no significan nada si no tienes un hogar feliz".
"La idea de la muerte ha sido una constante en mi vida. No por miedo sino por temor amorir sola".
"Admiro a Greta Garbo. Cuando empezó su crepúsculo tuvo el valor de huir de él y retirarse con dignidad"
"En cierto modo llegué a odiar mi belleza muy a menudo. Ahora que el tiempo se la ha llevado me proporciona casi un alivio. No me importa envejecer, pero me asusta ser olvidada y volver al anonimato"
"No me gusta en absoluto todo lo que se ha escrito de mi, por la sencilla razón de que no es cierto. Nunca tuve intención de desmentir las falsedades sobre mi, ya que con eso lo único que haría sería perder un tiempo maravilloso que necesito para mi misma".
(Ava Gardner
Ava Gardner, a los 15 años, empezaba sus estudios de secretariado |
En realidad, la película "Forajidos" no solo fue un descubrimiento para Ava Gardner, sino para el propio Burt Lancaster, su pareja en el film, que entonce comenzaba su carrera. Y ello supuso que ésta fuera un hito en la filmografía de Hollywood. Gardner continuaría su suerte en el resto de los 40 y en las décadas de los 50 y los 60 con reconocidos trabajos que protagonizó. En los 70 comenzó su decadencia, quizá a causa de su turbulenta vida, quizá debido a su merma en sus dotes interpretativas. Su última destacada actuación fue la que protagonizó en "La noche de la iguana", que dirigió John Huston, con la que consiguió el premio BAFTA, el Globo de Oro y el del Festival de San Sebastián, además de ser nominada para el Oscar. Después, llegó el ocaso y ninguna de sus películas consiguió un reconocimiento como el de sus trabajos anteriores.
Ava Gardner fue uno de los iconos del cine de los años 50. En aquellos años fue considerada como la mujer más bella del siglo XX. Frank Sinatra la llamó "el animal más bello del mundo". Más allá de ser una gran actriz, Gardner fue más famosa por su azarosa vida, sus aventuras sentimentales, los excesos en su modo de vivir, historias que llenaban las páginas de las revistas. En el 54, cuando rodó "La condesa descalza", se enamoró de España, país en donde se hicieron algunos de sus rodajes. Desde entonces y hasta finales de los 60, Ava residió en Madrid largas temporadas. A partir de entonces, fijó su residencia en Londres, hasta que allí falleció. Se casó tres veces; la primera con Mickey Rooney, cuando sólo tenía 19 años, la segunda con Artie Shaw, el clarinetista de "Begin the Beguine", a los 22. Ambos matrimonios duraron 1 año cada uno. En 1951, a los 29 años, se casó con Frank Sinatra. La relación, una experiencia tormentosa, pasional, escandalosa, duró 6 años. Sinatra dijo de ella: "No podíamos seguir por los dos estábamos locos".
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De su filmografía no hay que destacar una gran antología de películas. No llegan a 30 sus títulos cinematográficos. Sin embargo, entre sus trabajos hay media docena de filmes que son dignos de destacar, no sólo porque fueran más conocidos sino por su relevante actuación. Ya nos referimos a su primera película como protagonista rodada en 1946 titulada "Señal de parada", un thriller de "cine negro" sin repartos estelares y con un director poco conocido. Sin embargo, la aparición de Gardner llamó la atención a la Universal Pictures que consiguió un contrato con ella para rodar aquel mismo año "Forajidos", su primer gran trabajo de interpretación, además de acreditar su primer titular como "la bellísima Ava Gardner". Como ya dijimos, dirigió la trama criminal Robert Siodmak y tuvo a Burt Lancaster y Edmond O´Brien como coprotagonistas. Un excelente trabajo en "blanco y negro" que ya había consagrado a Siodmak como uno de los maestros del "cine negro" en la década de los 40.
De las dos películas que Ava rodó en 1947, destacó "Mercaderes de ilusiones", dirigida por Jack Conway y protagonizada por Clark Gable y Deborah Kerr, aunque en el reparto la Gardner figuraba como secundaria. En el 1948 solo rueda "Venus era mujer", una comedia romántica que dirige William Seite y protagoniza Robert Walker. En el 49 la MGM recupera el contrato que había tenido con ella y factura 3 excelentes filmes. "Soborno", un thriller de "cine negro" que dirige Robert Z. Leonard y que tuvo a Robert Taylor y a Charles Laughton en el reparto. "Mundos opuestos", un drama romántico que dirige Melvyn LeRoy y tiene también como protagonistas a Barbara Stanwyck y James Mason. "El gran pecador", un drama que dirige nuevamente Robert Siodmak y protagoniza Gregory Peck. En 1951, después de tomarse un descanso en el 50, vuelve a rodar otras 3 películas. "Odio y orgullo", de Robert Stevenson, con Robert Mitchum y Melvyn Douglas en el reparto, el musical "Magnolia", que dirige George Sidney y protagoniza con Kethryn Grayson, y un drama romántico titulado "Pandora y el holandés errante", de Albert Lewin y con James Mason, de reparto, ambos filmes facturados de nuevo por la Metro. En 1952, un western y una de aventuras. "Estrella del destino", de Vincent Sherman y Clark Gable de compañero de reparto. "Las nieves del Kilimanjaro" (clip film completo), una adaptación de Ernst Hemingway con referencias a la Guerra Civil Española dirigida por Henry King, con Gregory Peck y Susan Hayward en el reparto.
A la izquierda, Ava en sus matrimonios con Mickey Rooney y Artie Shaw. A la derecha, con Frak Sinatra en distintos momentos en que estuvieron casados. La tercera foto, en el Pasapoga, en Madrid. |
Por otra parte, dejando a un lado su carrera cinematográfica, en cuanto a su turbulenta y escandalosa vida, la que protagonizara tantos romances con actores o estrellas de la música, o la de su colección de aventuras con otros menos conocidos, se ha dicho mucho de ella, se siguen publicando toda clase de artículos y, lo que es más, es posible que se haya inventado o exagerado muchos de sus excesos y devaneos. De momento, no tenemos intención de hacer una lista de esos amantes que se le atribuyen, ni de los galanes que la entretuvieron. Sin embargo, aparte de sus prematuros matrimonios con Mickey Rooney y Artie Shaw, nos referiremos de nuevo a Frank Sinatra, que había sido amante de su amiga Lana Turner y con quien se casó siendo éste su tercer marido. Sinatra parece que fuera el hombre de su vida o, al menos, el que le diera una relación más feliz y duradera. Aunque también, cierto es que hubo mucho de mito en todo lo que se ha referido siempre a la legendaria historia de amor y odio entre Gardner y Sinatra.
Ava en 1951, 28 años y en Tossa de Mar, cuando iba a rodar "Pandora" y conoció allí a Mario Cabré. Aparece en ambas fotos Sinatra y un productor de la Metro. |
Son sus aventuras en España las que realmente se hicieron famosas. Y fue en 1951 durante el rodaje de "Pandora y el holandés errante" en Tossa de Mar (Girona), cuando Gardner tenía 28 años y conoció al torero Mario Cabré. Con él tuvo un romance más que apasionado, aunque se dijo que era la productora la que la obligó para que mantuviera la relación y diera publicidad a la película. Se hizo famoso en los medios de entonces su escándalo en público diciendo Ava de él: "Es el tío más guapo que nunca he conocido, pero tuve que emborracharme para llevármelo a la cama". Y añadió: "Fue el polvo de una noche".
En 1953 Ava Gardner ya residía en España, a donde había venido para recuperarse de un aborto que había tenido el Londres. Tenía entonces 30 años y conoció entonces en Madrid a Luis Miguel Dominguín. Aunque según Andrés Amorós, biógrafo de éste, fue en la Feria de Sevilla en donde se vieron por primera vez. Amorós cuenta que durante una estancia en Roma en 1954, alojados en un hotel, Ava quiso salir a "vivir la noche romana". Dominguín estaba cansado y se negó a acompañarla. Entonces ella intentó escaparse por un balcón de la habitación, con tan mala suerte que le quedó una pierna enganchada en la barandilla y tuvieron que rescatarla los bomberos. Amores cuenta en su libro que la Gardner solía acudir a la Ventas para ver a su ídolo vestido con el traje de luces y una de las tarde, una de las que se "achispó" con el "Chinchón" seco, quiso bajar al ruedo para dar un beso al torero. Fue todo un espectáculo, porque además el público de la plaza la vitoreó y aclamó. Otra de las anécdota que relata es la del día que ambos fueron invitados a la inauguración del hotel "Castellana Hiton". Al parecer, tuvieron una noche de sexo "movidita". Gardner salió a la mañana siguiente de la habitación casi desnuda. Él le pregunto: "¿A donde vas...?". Ella le contestó: "A contarlo todo". El romance, que duró unos dos años, se acabó cuando él la pidió en matrimonio. Ella se negó, porque tampoco quería divorciarse de Sinatra, y de este modo, la relación se terminó. Aún así, los dos siguieron siendo amigos durante el resto de los años que ella residió en España o en que volvió en alguna otra temporada.
Le gustaba sentirse española y vivía sus noches en el desenfreno |
Sinatra y Ava en el "Pasapoga". Nadie como su camarero Antolino podía prepararles el mejor Martini. |
En cuanto a Sinatra, de él se divorciaría en 1957. Era una relación insoportable, aunque todo el mundo decía que se adoraban. Se peleaban, se insultaban con obscenidades, se tiraban los jarrones y porcelanas, pero ambos estaban dispuestos a hacer lo que fuera el uno por el otro. Y es que mediante las influencias que utilizó Ava en la Columbia, Frank consiguió el papel en "De aquí a la eternidad", por el que ganó el Oscar y se relanzó su carrera. Luego, cuando el matrimonio se rompió, ella no pudo evitar decir de él, sarcásticamente: "siempre supe que Frankie acabaría en la cama con un jovencito", refiriéndose a su boda con Mia Farrow cuando se enteró. Y ello, por el aspecto de chico que ésta tenia.
De las anécdotas de la disoluta estrella en Madrid por aquella década de los 50, de sus jaranas y desenfreno, me cuenta mi amigo Vicente Porras que vivió una gran parte de su vida en la capital, que por su trabajo y relación con el antiguo sindicato del espectáculo, conoció a uno de los que había sido camareros del Pasapoga, una legendaria sala de fiestas de la Gran Vía, y que Antolino su padre, había sido también camarero del famoso "templo del vicio" en aquello años. El caso es que Antolino solía ser quien atendía a la Gardner. Era la época en que ya había roto con Dominguín y se presentaba con alguno de sus furtivos galanes. Cuando llegaba, les decía que se fueran y "se enrrollaba" con otro de los "guapos" clientes que frecuentaba la sala de fiestas. Antolino solía ser, no sólo quien le buscaba alguno de sus más "lujosos" ligues, sino quien tenía que consolarla durante el arrebato de sus borracheras. Él la llamaba "Lola", pues cuando iba con Sinatra la llamaba señora Gardner y ya después le pidió, muy castizamente: "No me llames Gardner, llámame Lola, como mi amiga Lola Flores". En cuanto ella, a él le llamaba "mi guapo Antolino". Así, "-Antolino, guapetón, ponme otro whisky" -le pedía en un simpático castellano muy chapurreado.
La vemos con sus amigos, en otro de sus jolgorios. |
Retratos de Ava Gardner pintados y firmados por Shahin. |
Primero planos del rostro de Ava Gardner, envueltos en tonos de glamour y fantasía. |
Diferentes plano de la estrella hollywoodiense, tomados de fotogramas de las distintas etapas de su filmografía y en las que revela su intensa atracción, sofisticación y magnetismo. |
Son otro dos retrato dibujado por Shahin, que fueron parte de su cartel y portada comercial en los estrenos de algunas de sus películas. |
Solía decir de sus devaneos, cuando alguien le interpelaba: "mis vicios y mis escándalos son más interesantes que lo que cualquier novelista pueda fantasear".
El periodista Joe Hyams dijo de ella: "Era una mujer inquieta, atormentada, que corrió sin rumbo por la vida buscando la felicidad en un amor que nunca pudo encontrar, ni la comprensión que llenara su soledad". Y añadió: "Ava Gardner admiraba a los hombres, sus cuerpos, sus risas, su fragilidad y los adoraba en la cama".
Ava "apuró la vida a tragos como los Martinis que tanto le gustaban |
Dos años antes de fallecer, Ava Gardner publicó sus memorias. Tenía 65 años y quizá, después de todo, temía que se descubriera la certeza de la parte más vergonzante de su libertina y licenciosa vida. Decía: "Van a pensar que he sido una ninfómana". Peter Evans fue quien eligió la estrella de Hollywood para narrar sus recuerdos en aquellas memorias, pero sucedió que el manuscrito estuvo guardado veinte años hasta ver la luz porque Gardner no dejó que entonces se publicara al enterarse de que Evans había escrito otro libro sobre Sinatra y no gustó a éste. Entre otras declaraciones que hizo en sus memorias, reconoció "Echo de menos a Frank, incluso las peleas", "me duele, maldita sea, haber pedido mi belleza, pero la vida no se acaba por ello, solo se necesitan hacer algunos ajustes". De Mickey Röoney dijo "cuando me casé con él aún era virgen y fue quien me enseñó a que me gustase tanto el sexo". En cuanto a Sinatra, es curioso cómo le disculpa porque fuera la causa de que su relación con él fuera tan tormentosa. Gardner decía: "Tener que pagar yo todas las facturas de los dos hizo más difícil nuestro matrimonio". El destino la compensó, pues durante los últimos años de vida de Ava, a causa de su enfermedad y cuando ya se encontraba arruinada, Sinatra fue quien se hizo cargo del millón de dolares que costó su tratamiento médico.
La actriz ya en el último año de su vida, con su mascota Morgan. |
En 1969 la Gardner se trasladaría a Londres buscando la intimidad, lejos del bullicio indiscreto de Madrid. El último año ya en el 90 y muy sola, aunque al cuidado de su fiel empleada Carmen Vargas, solía salir a pasear con su perro Morgan y sentarse en el parque viendo caer las hojas de los árboles. Luego, se encerraba en casa pasando largas horas escuchando los discos de su inolvidable Frankie. Ava había sufrido de un enfisema pulmonar provocado por su hábito de fumadora empedernida durante toda su vida. Todo ello y otras afecciones fue lo que le habrían provocado sus neumonías. Un 25 de enero de aquel 1990, con sólo 67 años. la desmejorada Gardner le dijo a su doncella y ama de llaves, Carmen, "estoy cansada, muy cansada, me voy a dormir". Pero Ava nunca más despertó. En su entierro, apareció detrás de una fiel comitiva una limusina de color negro sin que se viera quien había en su interior. Luego se supo que fue Frank Sinatra. En su tumba, en un decorativo floral, un epitafio dice: "Con amor, de Francis".
Ángel González "Rusty Andecor